'Europa no puede cometer dos veces el error de no corregir su déficit fiscal'
El máximo responsable del FMI hace un repaso a los deberes económicos de los países ricos días antes de la Asamblea General del organismo
Acompañado de Paul Volker, ex presidente de la Reserva Federal, Rodrigo Rato se presentó ayer ante el selecto Council on Foreign Relations de Nueva York para hablar del papel actual y los retos del FMI que ahora dirige. Antes de volver a Washington, una ciudad que califica de 'maravillosa', acudió a la presentación ante la ONU de la iniciativa de la lucha contra el hambre y la pobreza de los presidentes de Brasil, España, Francia y Chile. Es un día más de apretada agenda para el director gerente del Fondo, que tuvo tiempo para hablar con Cinco Días de su visión de la economía desde la dirección del FMI. Uno de los puntos más calientes está bajo sus pies en este momento: EE UU.
Pregunta. Al FMI le preocupan los déficit de EE UU. Ahora, en campaña electoral, no parece que ninguna propuesta pueda reducirlos a medio plazo.
Respuesta. Las autoridades actuales norteamericanas han reconocido claramente la necesidad de reducirlos, y el próximo responsable del país sabe que ésta es una cuestión esencial. El déficit fiscal tiene que recortarse porque EE UU tiene además desafíos muy importantes en el terreno del envejecimiento de la población, no muy distintos de los que hay en otros países, pero importantes. Es un debate al que la próxima Administración va a tener que responder.
'La UE debe aprovechar la recuperación para reducir el desequilibrio fiscal'
'Si una economía no crece más del 3%, no solventa el problema de sus ciudadanos'
'Un cambio brusco en las monedas es negativo para la economía mundial'
P. ¿Este desequilibrio supone un grave peligro para el resto del mundo?
R. EE UU es el 25% del comercio mundial. Lo que pase en EE UU es importante para el resto del mundo y es bueno que la economía norteamericana crezca al 4%, y ha sido muy buena la expansión en los noventa. Pero el riesgo de una política presupuestaria expansiva sostenida en el tiempo es malo para la economía norteamericana y para la mundial, y es un buen momento para cambiar eso como ya pasa con la política monetaria. Pero el papel de la economía americana como locomotora mundial debe ir acompañado de otras locomotoras, si no, los desequilibrios mundiales serán difíciles de enderezar. Estados Unidos tiene que corregir y controlar sus déficit, pero una parte de su desequilibrio exterior está relacionada con la falta de dinamismo de otros mercados. Japón probablemente en 2005 esté en condiciones de enfrentarse a una nueva política y Europa tiene una gran oportunidad de resolver sus propios problemas y contribuir a un mayor equilibrio mundial.
P. Con respecto a la Reserva Federal y la búsqueda de un tipo neutral, ¿cree que esto ayudará al dólar?
R. La Fed ha dicho que ha usado estímulos muy poderosos para evitar una recesión o cortar una caída del ciclo, e indudablemente esto y los estímulos fiscales han funcionado, aunque lo ha hecho porque EE UU tiene una flexibilidad extraordinaria y esos estímulos se trasladan muy rápidamente a la realidad económica. Con una política de comunicación muy efectiva, la Fed ha ido preparando a los mercados diciendo que ya no se necesitan estímulos extraordinarios, por ello ese cambio está siendo absorbido sin grandes conmociones por los mercados de capitales y las economías emergentes.
En ese sentido las cosas van bien, lo que es necesario es que también la política presupuestaria haga lo mismo porque juega un papel en la valoración de las monedas y en el riesgo en los flujos financieros. Las monedas de los sistemas flexibles de cambio reflejan los fundamentos de una economía, pero también la aversión o la valoración del riesgo de los agentes económicos y es importante en una moneda mundial como el dólar
P. ¿Qué pasará con el dólar?
R. Lo que vemos es que la relación actual del dólar y otras monedas, sobre todo el euro, está más acorde con los fundamentos de las economías. En la valoración de las divisas mundiales, juegan otros elementos, y eso tiene que ver no sólo con fundamentos económicos. No me atrevo a hacer valoraciones, lo que sí que creo es que lo que es negativo para la economía mundial es un cambio brusco e inesperado en la valoración de las principales monedas porque puede producir pérdidas de confianza, pero para evitar esos cambios bruscos se tienen que corregir los desequilibrios de las grandes economías
P. ¿Ve una recuperación del dólar a medio plazo?
R. No hago predicciones.
P. Habla de la 'gran oportunidad de Europa'. ¿Cómo ve la flexibilización del Pacto de Estabilidad?
R. La UE debe aprovechar la recuperación económica para reducir el desequilibrio fiscal. Que no le pase lo que ocurrió en 1999 y 2000, que vino una recuperación, no se redujeron los desequilibrios fiscales. Cuando el ciclo se volvió a aplanar los desequilibrios se hicieron muy difíciles.
Europa no puede cometer el mismo error tan seguido dos veces. Se tiene que ganar espacio fiscal para utilizarlo en los momentos en los que puede haber un cambio de ciclo. A la vez Europa tiene que alargar su ciclo, por que sino es muy difícil tener margen para hacer nada. Para alargar el ciclo tiene que hacer reformas económicas que en algunos países se apuntan con claridad como en Alemania e Italia.
P. Cuando habla de flexibilizar y reformar, el foco se pone en el mercado de trabajo. ¿Adónde nos lleva esto? ¿Hay futuro en el Estado de bienestar en la UE?
R. Depende de cuántas personas trabajen y lo que crezca la economía. Una economía que no puede crecer más que una vez cada ocho o diez años al 3% tiene menos posibilidades de resolver las necesidades de sus ciudadanos y menos si además tiene una tasa de paro que se mantiene en el 9% o 10%. Estoy de acuerdo en que el estado de bienestar es un objetivo político deseado por los europeos pero una de las cuestiones esenciales para ello es que las economías crezcan y cuando se crece por debajo del 1,5% durante años consecutivos no hay una buena base para ni para el estado de bienestar ni para otras cosas.
P. No se le ve optimista con Europa ...
R. Creo que Europa tiene grandes oportunidades, ha hecho cosas muy importantes. Una integración monetaria excepcional que hace cinco años aquí no se creía nadie, una integración económica muy importante. Hay un gran potencial de crecimiento pero creo que los gobiernos tienen que hacer un esfuerzo y creo que es un momento muy bueno porque hay una recuperación económica y los gobiernos deben dar a sus países reformas cuando se pueden hacer en un contexto de expansión. Lo he vivido en los últimos años en Europa y he visto como el gran efecto de confianza y crecimiento que produjo el euro no se utilizó todo lo que se pudo en todos los países.
P. Con respecto al empleo. ¿Qué impacto va a tener la deslocalización en los países desarrollados?
R. La competitividad de las industrias es indudable que acarrea exigencias globales. En las economías desarrolladas nos enfrentamos a nuevos competidores pero también a nuevos mercados. Nos tenemos que adaptar.
P. Entonces, ¿juzga usted positivo el fenómeno de la deslocalización?
R. La utilización eficaz de los recursos es bueno para el desarrollo económico, es esencial. Evidentemente hay reglas que se establecen en el punto de vista laboral, social y político que juegan un papel y forman parte de una discusión que no hay que ignorar, pero los países desarrollados tienen que abrir sus fronteras a la posibilidad de que recibir productos de países en vías de desarrollo. También es indispensable y que éstos abran sus fronteras. Para que sea un éxito, el acuerdo de Doha exigirá no solo el desmantelamiento de las políticas agrícolas, sino también la apertura de mercados y eso no está ni mucho menos claro.
P. Tampoco se le ve optimista con respecto a la ronda de Doha
R. Estoy preocupado. Creo que los acuerdos de Ginebra son positivos pero no son suficientes. Tiene que haber una concreción clara de lo ya conseguido en materia de subvenciones agrícolas, tiene que haber un compromiso político de países desarrollados y en vías de desarrollo de abrir fronteras y mercados. Creo que si no se avanza en diciembre, no se desarrollará un sistema multilateral de resolución de conflictos y de liberalización y creo que eso es malo para la economía.
'No habrá correcciones inmediatas en el mercado'
El petróleo sigue su escalada de precios y la OPEP no consigue tranquilizar a los mercados. El director gerente del FMI no compromete una respuesta personal sobre la contribución negativa en este mercado de la situación geoestratégica aunque se hace eco de las estimaciones de 10 dólares en el precio que se han hecho en otros foros. 'No me atrevería a hacer una predicción pero es indudable que está jugando un papel y en algunos casos los riesgos del terrorismo internacional se mezclan en esta situación'.¿Cuál es su visión del riesgo que corre la economía con una subida continuada de los precios del petróleo?Estamos en un momento en un cambio profundo del mercado del petróleo porque se consume más y se ha invertido menos por lo que tenemos una situación de altos consumos y poca flexibilidad en la producción. No va haber correcciones inmediatas porque las inversiones en refino van a tardar y la demanda no parece que vaya a disminuir, pero por razones positivas, porque hay economías con una pujanza económica que antes no existía (China e India), pero también con nuevos consumos en países desarrollados. Eso exige ajustes de políticas para todos. Para los consumidores la política energética es una prioridad de la agenda económica: no hay que incentivar el consumo y sí diversificar las energías a utilizar. Los productores deben usar de manera responsable esa inmensa cantidad de dinero que reciben.No parece que haya buenas noticias para la evolución del precio ...No hay capacidad adicional. Pero el precio del petróleo de las últimas semanas está siendo perfectamente asumido por la economía mundial. No estamos viendo un resurgimiento de la inflación de manera importante, ni los países emergentes tienen problemas para afrontar la subida. El mundo está absorbiendo el cambio energético sin demasiadas consecuencias.