Prudente diversificación
La ausencia de una tendencia clara en los mercados, que en el caso de las Bolsas rondan los mismos niveles desde antes del verano, ha dejado a muchos inversores faltos de referencias sobre qué hacer con su dinero. Las preocupaciones geopolíticas y la inminencia de subidas de tipos de interés en Estados Unidos invitan a la prudencia, y en el lado contrario se van confirmando señales de recuperación económica global que deberían animar la toma de posiciones. En este escenario, Cinco Días ha recopilado diez propuestas de distribución de las inversiones elaboradas por bancos de inversión, sociedades de Bolsa y gestoras de patrimonios. En tiempos confusos, se impone un reparto equilibrado. Diversificar entre distintos activos es la mejor receta para evitar concentraciones de riesgos.
Los expertos apuestan más por la renta variable que por la fija, a la vista de una mejor situación económica en Europa y buenas perspectivas de beneficios empresariales. Concentrar la inversión en el área euro permite, además, evitar riesgos por cambios de divisa, en un momento en que el dólar podría volver a debilitarse. En todo caso, las carteras bursátiles propuestas tienen un claro componente defensivo y se centran en los grandes valores más rentables en su cuenta de resultados y más generosos en su remuneración al accionista.
En cuanto a la renta fija, en principio menos atractiva, su desempeño estará condicionado por el ritmo de subida de los intereses, un proceso ya iniciado en Estados Unidos y que podría tardar algunos meses en Europa. La perspectiva de futuras alzas aconseja centrarse en títulos a plazos cortos. Una cartera equilibrada, según los gestores, debe incluir también algunos activos monetarios y destinar una parte a gestión alternativa, un instrumento en auge para obtener rentabilidades con independencia de la tendencia del mercado. Pero no hay una cartera modelo que valga para cualquier inversor, sino estrategias distintas determinadas sobre todo por la capacidad de resistir pérdidas.