La CE se enfrenta al sector del motor con la propuesta de liberalizar los recambios
La Comisión Europea cumplió ayer sus amenazas y propuso la liberalización del mercado europeo de piezas de recambio 'visibles', un negocio que factura anualmente alrededor de 10.000 millones de euros, según el sector. Las piezas que se podrán 'reproducir y comercializar' serán, entre otras, los parabrisas, los parachoques, faros, rejillas de radiador y aletas.
La CE garantizó que con estos cambios, el fabricante 'conservará sus derechos exclusivos sobre la utilización de modelos para la producción y venta de vehículos nuevos'. Según Bruselas, estas condiciones son 'suficientes' para que el productor rentabilice su inversión en la concepción de modelos y mantenga una incitación a la innovación.
La propuesta deberá ahora ser aprobada por el Parlamento de Estrasburgo y, lo que puede ser más difícil, ser acatada por la mayor parte de los 25 Estados miembros.
La medida, largamente anunciada por los responsables comunitarios, ha provocado las iras de la industria de la automoción y una de sus campañas más agresivas. Las empresas ven peligrar buena parte de sus ingresos. McKinsey calculó en 2000 que la venta de componentes supuso el 40% del beneficio de la industria en 2000. De hecho, Acea ha calculado que los planes de la CE podrían costarle unos 2.500 millones anuales en ingresos y suponer hasta 50.000 empleos menos.
En el lado contrario, la Comisión asegura que en los países en los que el mercado de componentes está liberalizado (España, Bélgica, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda, el Reino Unido, Hungría y Letonia), los repuestos salen hasta un 10% más baratos. Estos precios, en algunos países, y la ilegalidad de estas empresas en otros Estados, obligan a los consumidores a comprar estos componentes a la empresa que les vendió el vehículo. Un hecho 'contrario a la competencia e injustificable', según denunció ayer el comisario de Mercado Interior, Frits Bolkestein.
El comisario aseguró ayer que no teme que las medidas conduzcan a un aumento de los precios de los coches. Hasta ahora, según precisó, la protección de los diseños y modelos de las piezas de recambio sólo era 'un instrumento de los constructores para su propio beneficio'.