Retos de la formación 'online'
Los profesionales se enfrentan a un continuo cambio en el entorno económico, en las empresas y en sus puestos de trabajo, debido en gran parte a la revolución tecnológica. Esto, junto con la importancia que, cada día más, dan las empresas al capital humano, la gestión del conocimiento y al know-how de sus empleados, ha llevado a todos a plantearse cómo adaptarse a esta situación cambiante.
Uno de los pilares principales de un individuo como profesional es su capacidad de aprendizaje. Aprovechando esta necesidad del mercado, tanto las herramientas de gestión del conocimiento como el e-learning, o formación online, se están abriendo camino y haciéndose necesarios, dentro de las empresas, ofreciendo la posibilidad de una formación global y continua. El e-learning consiste en distribuir contenidos educativos a través de medios tecnológicos como internet, intranet, vídeo o CD Rom, y nace como complemento o alternativa a la formación tradicional, ofreciendo una serie de ventajas frente a esta última.
El ahorro de costes que supone viene determinado por una serie de circunstancias. El aprendizaje es más rápido, los gastos de desplazamiento disminuyen, no es necesaria una infraestructura especial y los costes por impartirla también son menores.
Uno de los bienes más preciados y a la vez más escasos para el profesional es el tiempo, ya que intentamos compaginar vida profesional y vida privada, y cada día resulta más difícil. La formación online se puede llevar a cabo en cualquier momento y en cualquier lugar (puesto de trabajo, en casa...), aspecto muy valorado por los usuarios.
La cobertura que ofrece el e-learning es mayor, tanto geográficamente como en cuanto a contenidos y a la metodología que utiliza en general. Los sistemas de formación online aportan un mayor nivel de calidad a la formación, ya que son sistemas interactivos, personalizados, flexibles, y está demostrado que los contenidos se retienen más fácilmente. Las materias que se imparten se complementan con bibliotecas virtuales, foros, chats y videoconferencias.
El e-learning permite la actualización de los contenidos y las actividades de forma permanente y en tiempo real, algo que para los libros de texto es imposible. Los productos que ofrece la formación online son interactivos (el usuario puede aportar un papel activo en relación al ritmo y nivel de trabajo) y multimedia, ya que incorpora textos, imágenes fijas, animaciones, vídeos, sonido.
Para que la formación online sea exitosa hay que determinar con detalle los objetivos del aprendizaje, la tipología de los usuarios y los aspectos logísticos con los que se cuenta. También debe contar con un sistema de gestión que permita distribuir correctamente el material a cada colaborador, contar con un sistema tutorial para apoyar a los usuarios, fomentar la relación y comunicación entre los participantes, creando así las comunidades de formación y, por último, hacer un seguimiento y control de la formación.