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Inversión

La Bolsa rusa, entre el atractivo y la inseguridad

Dentro del caos circulatorio que es Moscú, en el atasco permanente de la ciudad, los coches de lujo compiten con los viejos Lada de la era soviética por ganarle un quinto y un sexto carril a unas calles pensadas para un ancho de cuatro vehículos. Existen normas, pocas, pero se obvian como regla general.

Los mercados rusos de valores se parecen mucho a la circulación de Moscú. El paso del sistema soviético al capitalista se ha producido de una manera tan brusca que, aún reconociendo el potencial actual de la Bolsa rusa, los grandes inversores se acercan con cautela ante la falta de garantías al invertir allí. La burocracia y la corrupción, por un lado, y la ausencia de controles en el mercado, por el otro, son dos de los grandes retos a vencer para atraer el capital hacia la Bolsa.

'El riesgo de Rusia es que el dinero que has invertido puedes no recuperarlo', explica Oleg V. Vyugin, jefe del Servicio Federal de los Mercados Financieros de Rusia, el regulador bursátil. Uno de los mayores problemas que resalta Vyugin es la falta de garantías de los depositarios de los valores. No existe un sistema fiable de derechos de propiedad sobre las acciones, lo que convierte en un riesgo invertir directamente en títulos rusos. Actualmente, tan sólo 500.000 de los 145 millones de rusos invierte en Bolsa.

Información privilegiada

La falta de controles sobre la información privilegiada es otro de los grandes riesgos. 'No está controlado ni existe legislación al respecto, no tenemos herramientas para perseguirlo', se queja el regulador, quien confía en que la Duma vote a favor de una ley para controlarlo. La oposición ya logró frenarla en otra ocasión aduciendo que daría al regulador demasiado poder sobre el mercado.

Esta normativa es una más dentro de todo un bloque de reformas pensadas para dar seguridad al mercado de capitales ruso. La más esperada es la ley de depósitos y seguros, cuyo objetivo es sacar a la luz los cerca de 50.000 millones de dólares que se estima que los rusos tienen debajo del colchón. 'Calculamos que 30.000 millones de dólares pueden entrar en el sistema de pensiones cuando se produzca la reforma', afirma Andri Vladimorovich Podoynitsin, presidente de la patronal de los fondos de inversión del país. Las gestoras rusas tienen en cartera unos 3.200 millones de dólares.

Alexis Rodzianko, consejero delegado de Deutsche Bank en Rusia, coincide en la relevancia de esta Ley. 'Va a ser clave para el desarrollo del sector bancario, porque va a producir un cambio hacia una mentalidad de servicio'.

A pesar de los problemas, Rusia avanza y el atractivo de los mercados queda patente en el ritmo de crecimiento de su economía, casi el 7% anual. Los inversores extranjeros se sienten atraídos por el potencial de Rusia, pero alertan sobre la corrupción y la burocracia reinantes. 'Llevará al menos 10 años llevar a Rusia a los estándares internacionales. Tenemos una democracia muy corrupta', sostiene Stephen Jennings, fundador de Renaissance Capital y avezado inversor en Rusia.

Los rusos, en su descargo, echan mano del pasado. 'No creo que la corrupción y la burocracia actuales sean superiores a la media histórica', afirma Elena Loginova, responsable de DWS Russia. A la pregunta de por qué invierte en Rusia si la corrupción es tan alta, Jennings contesta sin dudar: 'Rusia puede hacer las cosas mal y el Gobierno puede ser un estorbo, y aún así seguirá creciendo entre un 4% y un 5% anual.'

El terrorismo no afecta al mercado

El impacto que la masacre del colegio de Beslán ha tenido sobre la Bolsa rusa ha sido nulo. El mercado ha obviado el drama humano y se ha mantenido al alza a lo largo de la última semana.æpermil;sa ha sido la tendencia general de la Bolsa rusa en los últimos cinco años, desde la crisis de 1998. La revalorización del índice RTS en dólares desde el 1 de enero de 1999 supera el 930%. Su valor se ha multiplicado por diez.A pesar de esta subida imparable, los expertos aún opinan que al mercado le queda potencial. 'Las acciones rusas están significativamente infravaloradas', sostiene Steffen Gruschka, gestor del fondo de renta variable rusa de DWS Investments, la gestora de Deutsche Bank.Gruschka apoya esta tesis en que el PER de la Bolsa rusa (veces que el beneficio está incluido en el precio de la acción) no llega las ocho veces en la actualidad, frente a las 15 veces de las Bolsas de Estados Unidos o las 13 de las europeas.El problema de la Bolsa rusa es su elevada concentración. El 58% de la capitalización corresponde al sector petrolero y gasístico.Otro problema se refiere a la liquidez. Es fácil contratar los grandes valores, pero resulta complicado comprar y vender acciones de empresas de tamaño mediano y pequeño.

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