El BCE alerta sobre el precio de la vivienda en España
El último informe mensual del Banco Central Europeo (BCE) vuelve a analizar lo que está ocurriendo con los precios de la vivienda en la zona euro. El banco emisor sugiere que, dado que persisten los fuertes encarecimientos en algunos países, esta situación 'exige una estrecha vigilancia de la evolución del mercado en dichas naciones, debido a sus posibles implicaciones para sus economías y para la zona euro en su conjunto'.
El informe recuerda que los últimos datos trimestrales disponibles para este año constatan el boom en España y apuntan a una aceleración adicional frente a lo acontecido en 2003 en Francia y Finlandia.
Por contra, esas mismas cifras indican que proseguirá la desaceleración de los precios de las casas en Grecia y avanza que la situación tiende a estabilizarse en los Países Bajos y Portugal.
El BCE cifra que el incremento medio que registraron los costes residenciales en 2003 fue del 7,2% en la zona euro, con lo que el año pasado fue el cuarto consecutivo en el que se alcanzó una subida de un 6%-7%, situándose de esta manera en niveles muy próximos a los máximos registrados a principios de la década de los noventa, cuando alcanzaron el 8%. España, que cerró 2003 con un encarecimiento promedio del 17,4%, supera de ese modo en 2,41 veces la media de la zona euro.
El informe reconoce que las cifras agregadas de la zona euro 'son de escasa calidad y sólo proporcionan una indicación general de la evolución de los precios', pero, al tiempo, pone de manifiesto las profundas disparidades que existen entre unos países y otros.
En el periodo 1999-2003 los precios de los inmuebles residenciales experimentaron considerables aumentos, siempre por encima de la media europea, en España, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos y Grecia. Por contra, en Austria, Alemania y Portugal, las variaciones de precios fueron moderadas, siempre por debajo de ese 7,2% de media. El BCE insiste, por tanto, en que las autoridades gubernamentales extremen la vigilancia porque los precios de los pisos pueden incidir en el comportamiento de los hogares, 'especialmente a través del efecto riqueza, y sobre la inversión en inmuebles'.