El camino del precio de la vivienda
En los años 1995 y 1996 comenzó un repunte en los precios de la vivienda, disparándose en los años siguientes, especialmente en las grandes ciudades. La fuerte caída de la Bolsa y la bajada de los tipos de interés junto con la escasez de la oferta de vivienda de alquiler fueron los principales motivos de la subida del precio de la vivienda. A esto hay que añadir el hecho de que en España no existe cultura de alquiler, sino de propiedad. El 90% de las viviendas de nuestro país están en régimen de propiedad y el 10% en alquiler.
Durante los últimos diez años hemos experimentado continuas subidas en el precio de la vivienda, con incrementos espectaculares en los últimos 3-4 años.
En la actualidad nos encontramos en un momento complicado, no sólo porque lo ocurrido durante la última década no puede continuar en la misma línea, sino también porque existen expectativas de que el nuevo Gobierno tomará medidas para evitar la espiral de precios sufrida en la última década.
Todo apunta a que el ritmo de aumento de los precios en el mercado inmobiliario va a sufrir una moderación inmediata. De hecho, para este ejercicio 2004 se espera que el incremento será inferior al de los últimos años y en un plazo de dos o tres años los precios se estabilizarán.
A ello contribuirá un esperado aumento de los tipos de interés, reduciendo la demanda y estabilizando los precios.
Otro componente será la evolución de las Bolsas. Actualmente una parte de la demanda proviene de inversores en el mercado de valores, y en caso de que la rentabilidad de las Bolsas y de los activos financieros crezca afectará a la demanda que procede de este sector.
Por otra parte, también se espera que se desacelere el ritmo de construcción de vivienda nueva.
El nuevo Gobierno ha creado unas expectativas que ya están afectando al sector pero, en la medida que estas expectativas no se cumplan de forma más o menos inmediata, la situación volverá a estar cerca de donde estaba.
Las posibilidades reales de que el Gobierno pueda tomar medias drásticas que se reflejen rápidamente en los precios son escasas. A medio/largo plazo sí que pueden dar alguna mejora de las condiciones para la población más desfavorecida, a través de ayudas, subvenciones, etcétera.
La actuación sobre los precios es muy complicada y debe comenzar por medidas que abaraten el suelo. En una economía muy liberalizada y globalizada, los precios los marca el mercado, la oferta y la demanda.