El BCE no teme al crudo
El presidente del Banco Central Europeo (BCE) se sumó ayer a la larga lista de responsables políticos y económicos que aseguran que la escalada en los precios del petróleo apenas causará mella en el crecimiento económico de la UE. Un mensaje oficial que contrasta sensiblemente con la percepción que tienen los ciudadanos. En países como Alemania y Bélgica, la confianza de inversores y consumidores ha vuelto a caer en agosto debido, precisamente, al aumento de los precios energéticos. En Reino Unido se prevén protestas masivas por el aumento de precios de los carburantes. Y en España los transportistas profesionales y los agricultores reclaman de inmediato ayudas fiscales para compensar en encarecimiento de la energía, esgrimiendo también la amenaza de movilizaciones. Puede que el BCE esté en lo cierto y el PIB de las economías europeas apenas se resienta de esta coyuntura petrolera. Pero es difícil que el mensaje de Trichet cale entre los millones de consumidores y empresarios que tienen que hacer frente a una creciente factura energética.