Woods y Singh, nuevo duelo en el NEC International
El golf mundial revive esta semana su versión particular de hombre rico hombre pobre. Hoy comienza el NEC International, perteneciente a los World Golf Championships, que se disputa en la localidad de Akron (Ohio), donde 76 privilegiados golfistas luchan por repartirse 5,7 millones de euros en premios. Mientras, los menos afortunados, algunos desheredados de la élite, compiten en un torneo menor, el Reno-Tahoe Open, dotado con 2,43 millones.
El principal aliciente del NEC International de este año es el pique entre Tiger Woods, actual número uno mundial y que el lunes batió el récord de permanencia al frente del ranking con 332 semanas, y Vijay Singh, vencedor de cinco torneos este año, incluyendo el US PGA, que le han llevado hasta el segundo puesto de la clasificación de mejor golfista del mundo con 11,83 puntos, hasta pisarle los talones al californiano, que domina con 11,93 puntos. El sudafricano Ernie Els queda en tercer lugar con 11,38. Nunca nadie había estado tan cerca de Woods, ganador de las tres primeras ediciones de este torneo.
Las diferencias entre los más poderosos y los que no lo son tanto se acrecientan. Los grandes pugnan por una bolsa descomunal en un torneo en el que no existe el corte, lo que quiere decir que hasta el último clasificado cobra una respetable cantidad, muy por encima de la que percibirá el que juegue en el campo de Montreux Golf & Country Club, a orillas del lago Tahoe, después de pelear dos días para conseguir ser uno de los 70 mejores con derecho a cobrar, de los 132 participantes.
Entre los grandes, los españoles Sergio García y Miguel Ángel Jiménez, que intervinieron la semana pasada en el US PGA. El primero no pasó el corte, mientras que el segundo, irregular en las vueltas impares, la del primer y el tercer día, dio muestras de lo que es capaz de hacer cuando juega centrado, como los 65 golpes de la segunda ronda, la mejor vuelta del torneo.
Por contra, José María Olazábal, que también tomó parte en el último grande de la temporada quedándose fuera por un solo golpe, acude por primera vez al campo donde los expulsados de la élite luchan por ingresar o retornar a ella.
Las situación que se vive en ambos campos es diametralmente opuesta. Mientras en el recorrido de Akron, propiedad Firestone, todos viven rodeados de lujo y atenciones: coches de cortesía para cada jugador y hotel en el mismo campo, en Reno no hay coches para todos, son 132 los participantes y sólo los mejor clasificados del año anterior tienen derecho a vehículo. Los demás funcionan con el que alquilaron en el aeropuerto para desplazarse a diario del hotel, cada cual ha escogido el suyo, hasta el campo.
Deportivamente tampoco hay muchas similitudes. El NEC International tiene escaso dramatismo para la mayoría de los jugadores. Todos se sienten seguros. Es como una exhibición bien pagada.
Por contra, el Reno-Tahoe Open reúne a un buen número de aspirantes a renovar la tarjeta, esto significa clasificarse entre los 125 primeros de la lista de ganancias del PGA Tour. En este caso está Olazábal, que con sus 255.000 euros ganados en EE UU ocupa el puesto 140. Y los más veteranos tendrán que medirse contra alguno de los jóvenes que suspiran por entrar en el circuito más poderoso del mundo y cerrarles el paso.