Otoño caliente para los carburantes
Las crisis vividas en 1992 y 2000 por los elevados precios del crudo y los carburantes comienzan a amenazar la actividad en varios sectores estratégicos como el transporte, la agricultura o la pesca. Distintas asociaciones profesionales demandarán al Gobierno medidas compensatorias que palíen las pérdidas que ya acumulan para evitar así un otoño caliente.
A principios de este año, el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNT) ya comenzó a alertar de los efectos que tendría sobre el sector el encarecimiento de los carburantes. Además, denunció la dramática reducción de los márgenes que obtienen estos profesionales debido a la práctica congelación que han experimentado sus tarifas en los últimos años.
Ahora, frente a lo que inicialmente parecía un repunte de precios del petróleo meramente coyuntural debido a factores 'geopolíticos', en estos sectores económicos y en el Gobierno cobra cada vez más fuerza la hipótesis de que la vuelta al trabajo en septiembre estará marcada por nuevas subidas en los precios de los combustibles.
'En el sector se trabaja con la idea de que si el Brent ha subido en lo que va de año una media del 37%, los combustibles lo han hecho un 15%, lo que significa que las petroleras aún no han repercutido al consumidor todo el repunte que han experimentado los productos en origen', explica Casto Bravo, portavoz de la Confederación Estatal de Estaciones de Servicio (CEEES). En el mismo sentido se expresó ayer el presidente del CNT, Ovidio de la Roza: 'Entre los profesionales sabemos que la situación está dejando de ser coyuntural y esperamos subidas en los próximos dos meses de hasta otro 10% adicional'.
De la Roza reconoció a Cinco Días que la alarma ha aumentado en las últimas semanas, 'ya que parece que la escalada del crudo no tiene techo', y calificó la situación como 'mucho más grave que la ocurrida en otoño de 2000'.
En este sentido, anunció que la CNT tiene previsto reunirse el próximo 15 de septiembre para analizar el problema y plantear al Ejecutivo su plataforma de reivindicaciones. 'Dado que España tiene escaso margen para acometer la implantación de un gasóleo profesional porque la fiscalidad de nuestros combustibles se encuentra entre las más bajas de Europa, plantearemos al Gobierno la necesidad de acordar un paquete de medidas compensatorias similares a las aplicadas en 2000', añadió.
'Pediremos la aprobación de rebajas fiscales tanto en el sistema de módulos, como en la tributación por sociedades para compensar el estrecho margen que tenemos a la hora de aumentar nuestras tarifas, ya que el último incremento pactado con los cargadores del 5%, que entró en vigor en junio, en la práctica no ha podido llevarse a efecto', explicó De la Roza.
Desde las asociaciones de transportistas se insiste en que agotarán la vía de la negociación antes de plantear cualquier clase de protesta, ya que la confrontación 'no beneficia a nadie'.
Sin embargo, el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Lorenzo Ramos, advirtió ayer de que a partir de septiembre habrá 'grandes movilizaciones' si el Gobierno no trata de paliar la subida de los carburantes, que ha supuesto un aumento en los costes de producción en el sector de 147 millones de euros en apenas siete meses.
Ramos recordó que este repunte ha provocado una pérdida de renta preocupante al sector, pues los agricultores pagan hoy un 20% más que a principios de año por el gasóleo agrícola. Por ello, pidió que se aplique una rebaja en el impuesto especial de hidrocarburos, que suma 0,078 euros por litro, y una reducción del IVA.
Los vehículos diésel serán los más perjudicados
El incremento del precio de las gasolinas es temido en todas las economías mundiales porque tiene rapidísimos efectos sobre los costes de casi todos los productos.Sólo en el transporte en España, la compra de carburante supone el 30% del coste de esta actividad, por encima de los gastos de personal. Pero si es preocupante la escalada de precios de la gasolina, más lo es, si cabe, el comportamiento registrado las últimas semanas por la cotización internacional del gasóleo ver ilustración. El precio en origen de este combustible suele superar al de la gasolina sin plomo de 95 octanos (la de mayor consumo) sólo en los meses de invierno por la mayor demanda de gasóleo para calefacción. Sin embargo, este año superó la cotización de la sin plomo a mediados de julio y así se mantiene.Fuentes consultadas por este periódico admiten su sorpresa y atribuyen dicho fenómeno al fortísimo aumento que sigue registrando la demanda de gasóleo por la incesante dieselización del parque automovilístico. Además, dichas fuentes añaden que en los últimos meses algunas incidencias registradas en refinerías europeas podrían haber afectado más al refino de este producto. 'Lo más preocupante es que el combustible que ahora producen o compran las petroleras es el que se comercializará en los próximos 60 días, por lo que podemos asistir a nuevos incrementos del 5% o del 10%', aseveran fuentes de la confederación de gasolineras.Por lo pronto, en España continua el goteo de aumentos en los precios de venta al público de los carburantes. La gasolina sin plomo se paga a una media de 0,909 euros el litro (un 0,1% más en dos semanas) y el gasóleo, a 0,783 euros (el 0,6% más).