Roxio vende su área de software por 65 millones y adoptará el nombre de Napster
La marca Napster renace y se potenciará como un servicio legal de venta de música digital por internet. El motivo es que Roxio, que absorbió a finales de 2002 la empresa del joven Shawn Fanning, está perdiendo peso ante competidores como la tienda de música de Apple (iTunes).
Su plan para enderezar el rumbo es aprovechar el tirón de Napster entre los internautas. De este modo, ayer anunció que ese será el nuevo nombre de Roxio a finales de año.
Como prueba de la apuesta de la firma de Santa Clara (California), también se desprenderá de su división de software enfocada a crear programas de grabación de CD y DVD.
El acuerdo de venta, que debe cerrarse durante el cuarto trimestre, se ha alcanzado con Sonic Solutions, que pagará 65,4 millones de euros. De momento, ha trascendido que 57,3 millones se entregarán en efectivo y los 8,1 millones restantes en acciones de Sonic.
La entidad compradora tiene intención de mantener a la mayoría de los empleados de Roxio, así como su marca en los futuros paquetes de software que salgan al mercado.
El departamento de programas informáticos de Roxio acaba de cerrar su primer trimestre fiscal con una facturación de 18 millones.
Inyección para competir
'Tras la venta nos convertiremos en un actor con muy buena financiación en uno de los sectores mas activos de la tecnología de consumo', declaró ayer Chris Gorog, director general de Roxio.
Los ingresos de Napster en los últimos trimestres rondan los ocho millones de dólares (6,5 millones de euros) y pretende cerrar el año fiscal con un beneficio de unos 40 millones de dólares (32,7 millones de euros). Su negocio se basa en las suscripciones mensuales, frente a la estrategia de iTunes, que ha apostado por el pago por cada canción.
Buena parte de los esfuerzos de Roxio en el último año se han centrado en convertir a Napster, un servicio ilegal de intercambio de canciones, en una plataforma legal de pago. Bajo su tutela se han cerrado acuerdos con las mayores discográficas del mundo y con numerosas universidades, a cuyos alumnos se ofrecían ofertas.