El beneficio de las petroleras se dispara por el precio del crudo
El efecto positivo del encarecimiento del petróleo se percibe mejor si se analiza el segundo trimestre estanco, periodo en el que el precio del barril de brent repuntó un 9% y alcanzó un pico de poco más de 39 dólares en Londres y de 42,5 dólares en Nueva York. En ese lapso, la británica BP, la mayor petrolera del continente, ganó 3.430 millones de dólares sólo en los segundos tres meses del año, un 35%, su segundo mayor beneficio trimestral.
El grupo Royal Dutch/ Shell, por su parte, ganó el 16% más, hasta 3.770 millones. El caso de Repsol YPF también es claro. En el primer trimestre, la primera petrolera española sufrió una caída del 22,6% en el beneficio neto, hasta 520 millones, debido al efecto de la fortaleza del dólar frente al euro -un lastre que afectó a todas las petroleras europeas-. Sin embargo, el segundo cuarto logró maquillar las cuentas con un beneficio de 555 millones (+12,6%), lo que deja la caída semestral en un 7,7%.
Thierry Desmarest, el presidente de la francesa Total -que ganó 2.470 millones de euros en el trimestre, con un alza del 35% con respecto al año anterior-, reconoció a finales de julio que el alza de precios había 'proporcionado un entorno de mercado generalmente mejor'.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) calculó recientemente que por cada dólar que aumenta la cotización del crudo, los resultados operativos de las petroleras crecen entre 150 y 160 millones de dólares y su beneficio neto, alrededor de 110 millones.
Los expertos creen que el actual es el entorno que más beneficia a las compañías, dado que se benefician de la subida de precios sin que la demanda disminuya. Sin embargo, advierten que, a medio plazo pueden verse perjudicadas si el encarecimiento del crudo termina por afectar a la economía y provoca un retroceso del consumo.
Además, las compañías se han beneficiado del ensanchamiento de los márgenes en el negocio de refinería, que, además, podría extenderse hasta 2005, según Standard & Poor's. De hecho, el diferencial entre el precio del crudo y los productos refinados como la gasolina rondó una media de 9,7 dólares por barril, el máximo desde 1990.
En lo que va de tercer trimestre, estos márgenes incluso han llegado a los 10,5 dólares. En Europa, estos márgenes en el primer semestre han sido los más altos desde 1986, con una media de 7,86 dólares por barril en el segundo trimestre, más del doble que un año antes.