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La vida de las empresas

Así nace un centro comercial

Falta justo un mes para la inauguración del centro y el edificio es un hervidero de gente: unas 4.000 personas se afanan en los últimos preparativos. Más de la mitad son todavía operarios de la construcción que están acabando las plantas más altas del centro comercial. Los albañiles terminan de colocar las cubiertas y las fachadas más elevadas; escayolistas, pintores y carpinteros ya han dejado listas las que serán las secciones de complementos y de mujer, pero aún quedan retoques en las plantas intermedias.

En medio de este barullo se han incorporado los responsables de área, los jefes de departamento y los futuros vendedores. Es un momento difícil porque los dependientes van conociendo su entorno mientras los pintores dan los últimos retoques; pero esas tensiones también ayudan a formar equipos. No es la primera vez que una vendedora pide ayuda a sus compañeras tras caerle un bote de pintura en la manga.

En esas tres o cuatro semanas antes de la inauguración oficial parece que se pisa el acelerador y los nervios se tensan mientras subyace el temor de no tenerlo todo a punto para la fecha clave. La urbanización y los accesos se han ido trazando mientras se construye la gran mole, pero lo más delicado se deja para esas últimas semanas, ya que de otro modo se deterioraría con el paso de los camiones y contenedores.

Cuando sólo quedan 18 días, empieza a llegar la mercancía: 20 trailers diarios hasta un total de 200 a 270, según la dimensión del edificio. Técnicos de la casa procedentes de otros centros llegan para colocar los artículos y dar apoyo al personal recién incorporado. Las primeras plantas que se llenan son las de abajo y los últimos camiones, los destinados al supermercado; primero llegan los productos de larga duración, luego los congelados y frescos y el día antes de la inauguración, los más perecederos.

Han sido unas semanas de gran intensidad y lo que parecía imposible hace un mes se cumple con exacta precisión el día de la inauguración. La hazaña de abrir un centro comercial se ha cumplido de nuevo. El 27 de noviembre de 2003 se estrenó el complejo de Sanchinarro, en Madrid (el primero que une las fórmulas de Hipercor y El Corte Inglés); el 29 de abril de 2004 fue la apertura de El Corte Inglés de Cartagena, y el pasado 27 de mayo se inauguró el de la Avenida de Francia, en Valencia.

Así han sido las tres últimas inauguraciones del grupo El Corte Inglés y así ocurrirá en los proyectos venideros.

Un largo recorrido

Atrás quedaron las gestiones del departamento de Expansión para conseguir la ubicación idónea; los dibujos y cálculos de Antonio Vitón y de Pablo Muñoz (los dos arquitectos de la casa que han pilotado los diseños y las obras de Sanchinarro, Cartagena y Valencia, respectivamente); las largas jornadas de selección de personal, las entrevistas, los cursos de formación...

Todo comienza con la búsqueda del solar, especialmente en los PAU y PAI, donde se hace una reserva de suelo comercial. Pero a veces también reciben invitaciones de los ayuntamientos para construir en zonas de nueva expansión, donde el centro comercial suele actuar de motor. En el caso de Sanchinarro, por ejemplo, se fueron comprando parcelas individuales hasta conseguir la superficie adecuada para el proyecto.

Según la ubicación y el espacio disponible, la dirección de la compañía determina si se va a construir un Hipercor o un almacén de El Corte Inglés. El primero requiere 45.000 metros cuadrados de edificabilidad con una planta de 25.000 metros cuadrados más el aparcamiento. En cambio, para el gran almacén valdrían 4.000 o 5.000 metros cuadrados de planta en una zona de mucho tránsito peatonal y con posibilidades de levantar seis o siete plantas.

Antes de decir el formato, se analizan las comunicaciones, los accesos, la logística (un El Corte Inglés recibe dos trailers diarios con mercancía ordenada y clasificada, mientras un Hipercor necesita más muelles de carga) e incluso el entorno social y el poder adquisitivo de la zona. En función de todo ello, se toma la decisión y se inicia el anteproyecto arquitectónico. Una decena de arquitectos se encarga de tutelar todos los desarrollos bajo una filosofía común, aunque, eso sí, una filosofía que se ha ido adaptando a los nuevos tiempos desde que a finales de los ochenta se incorporaron los primeros muros cortinas y acristalamientos en las fachadas. Hoy ya no se prima la obtención de muchos metros cuadrados de venta, sino el confort del cliente, ofreciéndole un espacio agradable e incluso sensación de amplitud.

'El edificio se convierte en la tarjeta de presentación de la compañía', señalan Vitón y Muñoz, y por ello cuidan aspectos como los suelos de granito, el falso techo, la climatización, la iluminación e incluso la presentación del producto. Por ejemplo, un Hipercor intenta diferenciarse de otros hipermercados en cuestiones como la disposición de los productos frescos, con mostrador, pared de fondo y cámara frigorífica trasera, semejante a los mercados tradicionales.

El departamento de Proyectos Interiores se encarga de estructurar el espacio interior, aunque siempre sobre unos parámetros fijos que obedecen a criterios de rentabilidad y estudios sobre el comportamiento de compra del consumidor. La planta baja, complementos y perfumería; la primera, moda de mujer; los muebles y la cafetería, en la parte alta.

Construir un centro comercial puede llevar años de espera, según la demora de las licencias administrativas, pero desde el momento en que entran las máquinas y, sobre todo, desde que concluye la cimentación, todo se acelera. Mientras se levanta la estructura, se inicia la selección de personal, comienza a trabajar el departamento de compras y el edificio se llena de albañiles, fontaneros, pintores y vendedores.

La nueva plantilla

SelecciónInicio El proceso de selección de personal comienza con varios meses de antelación, unos cuatro o cinco de media, aunque depende del cargo. En algunos casos, la selección se inicia con más de dos años sobre la fecha de apertura.Solicitudes En Cartagena se recibieron más de 30.000 solicitudes de trabajo y se realizaron unas 25.000 entrevistas. Finalmente se seleccionaron 1.150 personas.Impacto El primer día se repartieron 16.000 solicitudes; la cola de gente daba la vuelta a varias manzanas.DirectoresDirectivos de la casa Los responsables de los centros son siempre directivos vinculados al grupo. Para Sanchinarro, se nombró a Miguel Ángel Flores, un hombre con larga experiencia que fue director en Las Palmas y en los centros de Pozuelo y San José de Valderas (Madrid). El director de Cartagena, Antonio Ortiz, era subdirector en Alicante; y el de El Corte Inglés de la Avda. de Francia (Valencia), es José Ibáñez, que compatibiliza esta dirección con la del Hipercor de Ademuz.FormaciónDuración De tres a seis meses, según el trabajo.Lugar A los empleados se les da formación teórica y luego práctica en centros comerciales próximos. En Cartagena, entre junio y noviembre de 2003, se impartieron 120 cursos de formación, con una media de 225 horas por alumno. Se alquilaron autobuses y un hotel para alojar a la plantilla.

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