Accionistas a la fuga
El capitalismo popular ha dado un paso atrás. Las principales empresas cotizadas han visto cómo desertaban de sus filas algo más de 300.000 accionistas a lo largo del último año, aprovechando la recuperación de las cotizaciones tras varios años de aguantar el chaparrón bursátil. Tras un periodo de privatizaciones y ofertas públicas en el que la difusión de la propiedad bursátil ha alcanzado en España niveles récord, la fuga de accionistas del último año debe interpretarse como una resaca natural que no hay que ver con excesiva preocupación.
Resulta digna de estudios más profundos la aparente relación inversa que se ha dado entre la evolución de las cotizaciones y la del número de socios. En los dos años anteriores, el número de accionistas se mantuvo bastante estable pese a la negativa evolución del mercado, acaso porque los inversores son reacios a materializar sus pérdidas. Ha sido con la recuperación del pasado año cuando muchos han dicho adiós, quizá aliviados por haber reducido sus pérdidas o satisfechos de haberse apuntado a la recuperación en el momento propicio.