Las ventas de coches, a todo gas
Las ventas de coches en España registraron en julio el mejor mes de su historia. Fueron un 3% superiores a las alcanzadas en el mismo mes de 2001, el año récord de adquisiciones. El mercado nacional continúa siendo, además, el que mejor comportamiento acumula entre los cinco grandes del Viejo Continente.
La clave del espectacular comportamiento de las ventas de automóviles sigue estando en los particulares, lo que refuerza la calidad del crecimiento de la demanda, que había apuntado algunos síntomas de crisis en 2002 y en la primera mitad del pasado ejercicio. Ese periodo estuvo marcado por una moderación de las compras por los particulares, que había sido compensada por las adquisiciones de las empresas de alquiler para reforzar sus flotas, lo cual indujo a pensar en una retracción del consumo para el conjunto de la economía española.
El fuerte ritmo de ventas del año en curso, con la guinda que supone el récord de julio, ha despejado incertidumbres y ha llevado a la propia patronal del sector a abandonar su cautela y reconocer que este año va a romper el máximo histórico de 2001 (1.425.573 coches). El lanzamiento de nuevos modelos y la descarnada guerra de precios en la que están envueltas las empresas señeras prácticamente lo asegura.
No obstante, los fabricantes no las tienen todas consigo. Ninguno se cansa de repetir que la euforia de las compras contrasta notablemente con la bajísima rentabilidad del sector, que ha descendido del 1,7% al 0,7% de las ventas en tan sólo cinco años. Además, señalan que el peligro de la deslocalización en el sector es real. Por ello, es imprescindible que todos aquellos que tienen algo que decir en la materia (Administraciones, empresas y trabajadores) se unan para aprovechar y consolidar un momento tan dulce como el que el mercado del automóvil español atraviesa hoy.