OMC, a mitad del camino
Un pequeño paso en la liberalización del comercio mundial, pero un gran paso hacia los objetivos que la OMC se fijó en Doha hace ya tres años. El acuerdo de sus 147 miembros el pasado fin de semana en Ginebra cimentará unas negociaciones que aspiran a recortar un 70% los aranceles en el sector industrial y a impulsar una apertura mundial del sector servicios. Europa, EE UU y el resto de los países desarrollados obtienen así mercados casi vírgenes para el valor añadido de sus productos y, a cambio, se comprometen a suprimir los subsidios a sus exportaciones agrícolas. La OMC está todavía a medio camino de esos objetivos. Pero la superación de los fracasos de Seattle (1999) y Cancún (2003) ha dado aliento y la participación activa de EE UU en el marco multilateral refuerza el optimismo. Sin embargo, nada garantiza que el acuerdo vaya a materializarse en Hong Kong a finales de 2005. Bruselas y Washington deberán amarrar antes la colaboración de los países en vías de desarrollo y, en especial, de Brasil que ha asumido papel de liderazgo de esa inmensa mayoría del planeta.