Un registro que dé transparencia
Los responsables de Seguros se marchan de vacaciones preparando el terreno para septiembre. Tan sólo tres semanas después de que el secretario de Estado de Economía, David Vegara, y el director general de Seguros, Ricardo Lozano, anunciaran la creación de un registro de seguros de vida, el borrador inicial del anteproyecto de ley ha visto la luz. Además, el grupo de trabajo que lo desarrollará ya ha sido convocado para dentro de un mes.
El objetivo, fruto de las reclamaciones de consumidores y sindicatos desde 2001, es evitar que un elevado número de pólizas de vida se queden sin cobrar por desconocimiento del beneficiario una vez que el tomador de la misma ha fallecido. Los contratos a incluir son los de seguros de vida con cobertura de fallecimiento y los de accidentes que cubran la contingencia de muerte. No existen cifras oficiales, pero se estima que un 10% de estas pólizas se quedan sin cobrar. Esto es, 1,5 millones de seguros que, en su mayoría, están ligados a tarjetas de crédito u otro tipo de instrumentos financieros, que ofrecen la póliza de vida como un atractivo adicional.
La determinación de clarificar esta situación beneficiará sin duda a los consumidores y proporcionará una mayor transparencia a un sector opaco. Es por ello que la decisión de incluir en el registro las pólizas colectivas, y no sólo las individuales, como reclamaban las aseguradoras, está en línea con el objetivo último del registro. El argumento del sector de que es complejo proporcionar los datos en el caso de pólizas colectivas, no casa con las posibilidades tecnológicas al alcance. Por ahora, el Gobierno ha hecho caso omiso a esta reclamación. El listado, que estará gestionado a través del Registro de Actos de æscaron;ltima Voluntad y bajo tutela pública, proporcionará información limitada para preservar el derecho a la intimidad y la protección de datos. Pendiente queda aún la discusión sobre la discriminación de los seguros, obligados a constituir un registro, frente a otros productos de ahorro. Un asunto vital, que se retomará a la vuelta del verano.