La hora de Solbes
El Gobierno ha empezado a desbrozar los Presupuestos Generales del Estado para 2005, los primeros de la era Zapatero, pulsando la buena disposición de los grupos parlamentarios, salvo el PP, a facilitar su tránsito por el Parlamento. Es la primera ocasión que tiene el vicepresidente Pedro Solbes para traducir en números los compromisos electorales del PSOE y, en buena medida, para demostrar hasta qué punto encajan con la ortodoxia económica que tanto le ha prestigiado en el pasado.
La aritmética parlamentaria obliga a Solbes a elegir como compañeros de viaje a grupos de naturaleza tan dispar como Esquerra Republicana, dispuesta a relevar a CiU como principal referencia de las contrapartidas económicas que viajan anualmente de Madrid a Cataluña, Coalición Canaria o IU. Por eso tiene ante sí todo un encaje de bolillos que, de coronarse con éxito, realzará también su cintura política.