Equilibrio en los fondos
La industria financiera ya tiene, al menos, las líneas generales sobre el futuro de la inversión colectiva en España. El borrador del reglamento de fondos se ha hecho esperar casi medio año, puesto que al retraso en el desarrollo de la Ley de noviembre sobrevino el cambio de Gobierno, pero Economía ya ha dibujado el panorama. Se queda a medio camino entre el esquema anterior, que según la industria estaba obsoleto, y la liberalización que pedía el sector. Y ha tratado de mantener el difícil equilibrio entre libertad de elección y protección del inversor.
Buen ejemplo es la regulación de los hedge funds. No se permite que los particulares compren directamente este tipo de productos, pero tampoco se impide totalmente, puesto que pueden hacerlo a través de fondos de fondos. La limitación de la exposición de un fondo de hedge funds a un producto en concreto es, por otra parte, lógica para que productos interpuestos no conviertan la norma en papel mojado. Se trata de una vía intermedia que permite al particular diversificar riesgos a través de estos productos pero sin exponerle a productos poco comprensibles. En este sentido, sería de esperar un mayor esfuerzo en la transparencia a la hora de comercializar no sólo los fondos de hedge funds, sino el conjunto de productos.
Ha de ser bienvenida, asimismo, la llegada de los fondos cotizados o ETF, un mecanismo de inversión muy transparente -el inversor gana lo que gana la Bolsa, ni más ni menos- y que ha tenido éxito en otros países. Depende, eso sí, de que Hacienda especifique el tratamiento fiscal.
Por otro lado, en el terreno de las Sicav, el Ejecutivo ha optado por mantener la situación tal cual está. Las grandes fortunas que quieran usar este vehículo de ahorro tendrán que buscarse todavía los 99 accionistas de paja, si bien se elimina la obligación de cotizar en Bolsa, igualmente poco eficiente. En cualquier caso, lo mejor de este borrador es que está ya redactado, y sería deseable una pronta aprobación.