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CincoSentidos

El primer vino de la bodega Emilio Clemente

La de Utiel-Requena es una de las denominaciones más desconocidas por el gran público, a pesar de que la zona históricamente haya sido productora de vinos a granel. Hoy en día, esta comarca situada al oeste de la provincia de Valencia, lindante con Castilla-La Mancha, está dedicada principalmente a la elaboración de tintos, en general, con una muy aceptable relación calidad-precio, una de las bazas que juegan a su favor a la hora de la comercialización -buena parte de la producción se exporta-.

Actualmente están inscritas en la DO Utiel-Requena 108 bodegas. Una de las últimas en llegar ha sido Emilio Clemente, cuyo propietario, que le da nombre, se inició en la vitivinicultura hace unos cinco años. Contaban con la finca Caballero, en la vega del río Cabriel, en la que en 1986 se plantó el primer viñedo de tempranillo. Posteriormente se fueron creando distintos pagos, hasta las actuales 98 hectáreas, donde también se dan cepas de cabernet sauvignon y merlot. Ya en 1999 adquirieron una segunda finca, El Carrito, próxima a Requena, lugar elegido para instalar la bodega de elaboración (y en el futuro una bodega social, en una casona del XIX). Su reciente creación la dotan de tecnología avanzada, con una capacidad de producción de algo más de medio millón de litros, y con una nave de crianza de 126 barricas de roble francés y americano.

Con el asesoramiento del conocido enólogo Ignacio de Miguel han sacado su primer vino, el Emilio Clemente 2001. Elaborado mayoritariamente con tempranillo y un pequeño porcentaje de cabernet sauvignon, ha permanecido 6 meses en roble nuevo americano y francés. Un vino de calidad, moderno, en el que predomina la fruta y los tostados de la buena madera. De marcada tanicidad, se muestra potente en boca, bien estructurado, con un final largo y elegante. Su precio: 7,8 euros.

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