El Gobierno descarta nacionalizar la gestión de las redes energéticas
El Estado no tomará el control de la gestión de los sistemas eléctrico y gasístico, aunque no descarta que el Estado participe de forma testimonial en los gestores independientes que se van a crear para cumplir la normativa europea. La CNE ultima un informe que servirá de base para la trasposición de las directivas sobre mercados energéticos.
El Gobierno se ha topado con un nuevo frente. La posibilidad apuntada hace varios días de que el Ejecutivo abriga la intención de nacionalizar la gestión de las redes de transporte y distribución del gas y la electricidad ha creado alarma entre las empresas. Fuentes de Industria niegan tal posibilidad, aunque no descartan que en los gestores independientes de las redes, a los que obliga la UE, participe el Estado de forma minoritaria para mantener el derecho a opinar.
Las mismas fuentes aseguran que en el ministerio están a la espera de un informe que está ultimando la Comisión Nacional de Energía (CNE), que servirá de base para adoptar las directivas europeas sobre liberalización de los mercados energéticos, que se debían haber traspuesto antes del 1 de julio, y al que ha tenido acceso Cinco Días. El aspecto más polémico se refiere a la independencia del gestor del sistema eléctrico y el del gas, papel que ahora desempeñan Red Eléctrica y Enagas, compañías, a su vez, propietarias y operadoras de la red de transporte de la electricidad y el gas, respectivamente. Enagás, a diferencia de REE (el Estado mantiene en ella una participación del 28%), es también suministrador.
Según el regulador, estas incompatibilidades se pueden resolver de múltiples maneras y ofrece al Gobierno un amplio abanico para abordar una complicada norma, que está levantando ampollas entre las empresas, ya que la exigencia abarca también, aunque con menor dureza, a las redes de distribución de baja tensión de las eléctricas.
Las eléctricas han mostrado su malestar por lo que consideran una mayor regulación
En el caso de REE, al no ser suministrador ni tratarse de una sociedad verticalmente integrada, podría seguir siendo gestor y transportista de la red, según la CNE. En cualquier caso, deberá mantener una separación funcional clara de ambas actividades, obligación que ahora no cumple.
La cuestión se complica en el caso de Enagás , pues la directiva establece que para que las distribuidoras puedan gestionar las redes deben dejar de suministrar a tarifa (en el mercado regulado). En este caso, se impondría la necesidad de hacer una separación jurídica, con sociedades distintas, o de que las empresas creen un comercializador a tarifa
Esto es extensible a todas las eléctricas, si bien fuentes del Gobierno aseguran que 'no se va a aplicar la directiva con criterios estrictos y actuaremos con cautela'. Industria está recogiendo el malestar de las eléctricas que se oponen 'a una mayor regulación, que no tiene por qué traducirse en mejor calidad del suministro', indican fuentes empresariales.
A partir de estas condiciones básicas, la CNE, que considera que el espíritu de la directiva va más allá y su objetivo es apuntalar la independencia de la gestión de las redes, ofrece al Gobierno multitud de opciones. Por un lado, se podría crear un único gestor combinado (que es lo que, en realidad recomienda la directiva) o dos gestores (uno para el sistema eléctrico y otro para el gas). Otra posibilidad que se apunta es que haya un cruce de participaciones entre Enagas y REE. Si se opta por la separación jurídica, las sociedades resultantes pueden estar separadas o unidas por una holding, según la CNE.
Descartada la nacionalización, la Comisión de la Energía plantea la posibilidad de que en las sociedad o sociedades gestoras de las redes hubiese una participación pública. A esta participación no obligan las directivas europeas, pero tampoco las prohíbe, tal como se ha hecho creer en algunos ámbitos.
Las Propuestas: Un gestor combinado de luz y gas o varios
La CNE no someterá a su consejo un informe que elabora desde hace muchos meses, pues éste incluye un amplio abanico de posibilidades para adoptar las directivas.REE podría mantenerse como una única sociedad, pues la ley no le obliga a la separación jurídica de la gestión y la propiedad de la red, por no ser suministrador. Pero debe tener esas funciones claramente separadas y con cuentas distintas.Enagás y las eléctricas deben optar por un comercializador a tarifa, para evitar la segregación de actividades.Se puede crear un único gestor combinado (para el gas y la luz), como hay en otros países o dos o más. El Estado puede participar o no (pero no controlar), y Enagás y REE podrían cruzar participaciones.