Probitas y los quiebros al mercado
Probitas salía a Bolsa cara. La pretensión de salir alrededor de tres euros por acción, motivada tanto por el afán recaudatorio de los fondos de capital riesgo de Santander y Deutsche como de una serie de extraños pactos parasociales, ha matado la gallina. O roto el saco. El refranero tiene recursos de sobra para describir lo ocurrido con esta empresa.
Puede parecer que es un síntoma de salud del mercado español. Que los inversores no traguen con cualquier cosa es buena noticia a medio plazo, aunque por el camino haya quedado una compañía tocada. Pero no es así. La OPV la ha parado la falta de demanda por parte de fondos extranjeros. Para ellos era el 65% de la oferta, a la espera de que los fondos especializados en farmacia suscribirían la operación.
No fue así, probablemente porque los fondos especializados son eso, especialistas en el sector y distinguen un burro de una mula. Entre los fondos nacionales no suele haber tanto problema. Siempre hay entidades dispuestas a engordar algún fondo de renta variable doméstica con acciones de OPV.
Los inversores minoristas son otro cantar. Aunque Probitas suene a un puñetazo sobre la mesa del mercado soberano, en realidad la oferta fue sobresuscrita dos veces entre los pequeños inversores. Sabida es la capacidad de las redes de bancos y cajas para colocar productos. Como fondos de inversión incomprensibles, depósitos que en realidad son renta variable o deuda sin calificación financiera a tipos de interés por debajo de mercado.
Con todo, la peor parte se la ha llevado Probitas como empresa. Su imagen se asociará al fiasco en la OPV, corren peligro los planes de expansión y la deuda habrá de ser refinanciada. Y todo por apurar medio euro en la salida a Bolsa, una decisión en la que, probablemente, quien menos pintó fue la familia fundadora, que no vendía acciones propias. ¿Quién mató la gallina? No lo sabemos. Pero los accionistas que vendían eran también los bancos colocadores, y que del precio de la OPV dependían intercambios accionariales pactados de antemano.