'El hogar del futuro es impensable sin tecnología inalámbrica'

D-Link, el mayor productor mundial de equipos de conexión a Internet, superará este año unas ventas de 1.000 millones de dólares. Centrada en el mercado doméstico, entre el 30% y el 35% de sus ingresos proceden hoy de los productos inalámbricos.

Si Ken Kao (Taiwán, 1950) está en lo cierto, en un plazo máximo de cinco años las oficinas y las casas quedarán libres de los cables que unen el ordenador con cualquiera de los aparatos con los que se conecta. Y sin ataduras, se irá convirtiendo en un centro para controlar cualquier información digital en el entorno del hogar. La multinacional taiwanesa, primer fabricante mundial de equipos de conexión a Internet para el mercado doméstico, será la principal beneficiada de este escenario.

Pregunta. ¿En la actualidad, qué porcentaje de la facturación de D-Link procede de productos inalámbricos?

'El negocio que ha adquirido Cisco es muy diferente al que gestionan ahora'

Respuesta. Significan ya entre el 30% y 35% de nuestras ventas. Y estamos convencidos de que continuará el crecimiento, el hogar del futuro en que todo se podrá controlar desde el ordenador es impensable sin la tecnología wireless (inalámbrica). En tres años se multiplicarán por tres las ventas de aparatos con esta tecnología.

P. ¿Cómo ha conseguido D-Link convertirse en el primer productor mundial de equipos de conexión a Internet?

R. Cuando fundamos la compañía en 1986 nos dedicábamos a conectar ordenadores entre sí y a compartir la información de los ficheros. Estábamos ahí y nuestra evolución ha sido paralela a la de la industria del PC, con todo el crecimiento que ha supuesto Internet. Pudimos coger el tren e ir evolucionando con la demanda. Siempre hemos ofrecido todo lo necesario para conectarse: modems, banda ancha, tecnología sin cables... por eso hemos crecido tanto. Otras empresas se han especializado más en un producto concreto.

P. Un panorama plácido. ¿No le inquieta la compra de Linksys por parte de Cisco, con la que demuestra que quiere acceder a su mercado?

R. Cisco domina el mercado de conectividad de grandes empresas, con poca expectativa de crecimiento, si quiere crecer tiene que ser con el mercado doméstico y de pequeñas oficinas y eso es lo que hace con esta compra. Pero quedan muchas incógnitas por despejar. El negocio que ha adquirido es totalmente diferente al que están acostumbrados a desarrollar. Ahora tienen que trabajar más rápido, ser flexibles y a menor coste. Algo completamente diferente a su negocio principal y habrá que ver cómo compaginan dos estilos tan diferentes.

P. Hablando de precio. De las compañías asiáticas se tiene la percepción de que se basan sobre todo en un precio competitivo? ¿Es así también en D-Link?

R. A pesar de que fabricamos nuestros productos, no se nos puede considerar una compañía fabricante al uso, le damos muchísima importancia al marketing. El precio es un factor más, nunca la variable más importante para los clientes. El producto tiene que ser bueno, si no, no hay nada que hacer.

P. ¿Está preparada su estructura productiva para soportar el supuesto incremento de producción que supone la tecnología inalámbrica?

R. Fabricamos en China y en Taiwán. Nuestra infraestructura es muy potente. En China podemos absorber una producción muy superior a la que hacemos actualmente. Así que en los próximos años no necesitaremos hacer ningún cambio ni planteamiento nuevo.

P. ¿Para cuándo la explosión del hogar digital interconectado e inalámbrico?

R. Ya, en EE UU, ya. Hay muchísimos hogares con un PC que almacena películas, que controla la radio, el equipo de música, los archivos de imagen (fotos) y a los que se añade el teléfono sin coste alguno. Además hay una garantía de que se generalizará muy rápido y es el hecho de que Microsoft, Sony o Intel ya estén desarrollando pensando en este sector.

P. En España todavía parece algo lejano.

R. Pues no lo es en absoluto, el retraso de España respecto a EE UU puede ser de un año, pero no más.

P. Pero para que se cumplan las previsiones ¿no se requiere una mínima formación técnica que el ciudadano de a pie no tiene?

R. Eso puede que sea cierto ahora, pero el hecho de que estos gigantes estén produciendo software con los que controlar el hogar digital asegura que instalar un aparato conectado sin cables a un ordenador será apretar tres botones, tan fácil como enchufar un aparato a la luz eléctrica. El usuario final no debe percibir la tecnología, sólo beneficiarse de las facilidades que proporciona.

D-Link prevé un crecimiento en las ventas del 30% para este año

Las cifras de D-Link son un lujo. Desde que Ken Kao fundara la compañía en 1986 en Taiwán, no ha habido ni un año crisis. Cada ejercicio se ha vendido siempre más que el anterior. Kao define la gráfica del crecimiento como 'exponencial'.La empresa, que empezó a cotizar en Bolsa en 1994, cerró el año 2003 con unas ventas de 615 millones de euros en todo el mundo y un beneficio de 32 millones. Para este ejercicio prevé un crecimiento de entorno al 30%, lo que supondría superar la barrera de los 1.000 millones de dólares (800 millones de euros). La multinacional asiática, que tiene fábricas en China y Taiwán, cuenta con una plantilla de 1.500 trabajadores en todo el mundo.En España, con ocho empleados alcanzó unas ventas de 11 millones de euros el año pasado. Luigi Salmoiraghi, director de D-Link Iberia, explica que la plantilla es tan reducida porque la atención al cliente y el seguimiento posventa se presta desde las empresas distribuidoras y únicamente atienden directamente a las compañías de un cierto tamaño. Aún así, asegura de que la atención al cliente doméstico está en buenas manos. Salmoiraghi explica que una de las claves del éxito de los productos D-Link es que los distribuidores obtienen un buen margen a la vez que venden 'buenas soluciones'.Para D-Link el futuro (que en el sector nunca es más de tres años) es un hogar en el que todo será digital, estará conectado a la red y se podrá almacenar en un disco duro y susceptible de ser enviado a otro equipo. En este entorno, el potencial de crecimiento de una empresa que se dedica a la fabricación de equipos de conectividad es enorme.