El desfase comercial eleva un 52% el déficit corriente en el primer cuatrimestre
Las cuentas de España en su relación con el exterior empeoran. El déficit por cuenta corriente acumulado entre enero y abril ha ascendido a 8.740 millones de euros, frente a los 5.763 millones del mismo periodo del año anterior. Este fuerte ascenso, del 52%, se debe principalmente al mal comportamiento de la balanza comercial y, en menor medida. de la de servicios, que sólo pudo ser parcialmente compensado por la reducción del déficit de las balanzas de rentas y de transferencias corrientes.
La cuenta de capital registró entre enero y abril un superávit de 1.725 millones, 143 menos que en el mismo periodo de 2003, según informó ayer el Banco de España. El saldo agregado de las cuentas corriente y de capital denota una necesidad de financiación de la economía (generada por las operaciones no financieras) de 7.015 millones de euros en el periodo, casi el doble de los 3.890 millones de 2003.
Importaciones
El déficit acumulado de la balanza comercial entre enero y abril ascendió a 13.612 millones, un 31% más que en el mismo periodo de 2003. Las exportaciones de mercancías aumentaron casi un 3%, pero la pujanza de las importaciones fue mucho mayor, rozando el 8% de incremento interanual. Esta disparidad viene dada por las diferencias de crecimiento entre España y sus principales socios comerciales, Francia y Alemania, cuyas economías siguen virtualmente estancadas.
Tampoco fue bien la balanza de servicios, reduciendo su superávit hasta los 5.600 millones, un 11% menos que en el primer cuatrimestre de 2003. En esta rúbrica llaman la atención los servicios no turísticos, que incrementaron su déficit interanual más del 50%, hasta los 1.540 millones.
En el lado de las buenas noticias destaca, sobre todo, la balanza de rentas, que registró una apreciable disminución de su saldo deficitario en casi 900 millones, para quedarse en 2.440. La balanza de transferencias también mejoró su resultado, incrementando su superávit en más de un 6%, hasta los 1.712 millones de euros.
La cuenta de capital, que refleja los flujos con vocación de permanencia (como las inversiones y las subvenciones a largo plazo), ha visto caer su saldo positivo en más de un 8%. El Banco de España señala a la reducción de transferencias de capital desde la Unión Europea como principal responsable de este peor resultado. En este apartado también puede haber influido la creciente deslocalización de empresas, que retiran sus inversiones en España para trasladarlas a países que tienen una mano de obra más barata.