España rechaza que la política laboral se dicte desde Bruselas
Los ministros de Empleo de la Unión Europea debatieron el viernes fórmulas para lograr un mercado laboral flexible pero a la vez seguro. Un objetivo copartido que, sin embargo, topó con el rechazo de la mayoría de los países, entre ellos España, a que una directiva europea marque la pauta a seguir en este terreno.
En una reunión informal celebrada en la ciudad holandesa de Maastricht, los ministros coincidieron en que una combinación de flexibilidad en el mercado laboral, régimen generoso de subsidios de paro y programas activos para la creación de empleo es la vía idónea para conciliar los objetivos laborales y sociales que recogerá la futura agenda política de la UE.
Sin embargo, los Estados miembros todavía deben concretar los métodos para conseguir este objetivo y decidir, entre otros aspectos, si las normas para asegurar la flexibilidad y seguridad deben ser de ámbito comunitario o nacional.