El negocio del futuro
Hace unos años se puso muy de moda el concepto de arquitectura abierta. Con esta denominación se entiende un modelo de negocio consistente en la distribución directa de fondos de terceros a través de las redes bancarias. Al menos, ése es el concepto puro de arquitectura abierta, más teórico que otra cosa, porque los grandes bancos no han permitido hasta ahora el desarrollo pleno de un modelo de negocio como éste. Sí existen otros modelos menos idílicos de distribución de fondos de terceros, que explican la presencia de tantas gestoras extranjeras en España.
Su negocio se apoya sobre todo en las carteras de fondos o en los fondos de fondos que comercializan las entidades españolas. Estas mismas gestoras aspiran a que el próximo reglamento de fondos de inversión regule los fondos de cobertura o hedge funds porque creen que desarrollará con fuerza el negocio en España.
'En el mercado español falta experiencia en la gestión y análisis de hedge funds. Eso va a permitir que se desarrolle el negocio de las gestoras extranjeras a través de mandatos de gestión de fondos y fondos de fondos hedge', sostiene Javier Núñez, director general en España de BNP Paribas Asset Management. David Burns, director general de Schroders en España, coincide con Núñez: 'Va a ser sin duda un aspecto muy importante. Veo muy positivo el futuro del negocio de fondos en España'.
Los mandatos de gestión de un banco a una gestora extranjera no han resultado, porque el volumen que se encarga gestionar es pequeño y habitualmente no es rentable
¿Cómo ha evolucionado ese negocio hasta ahora? Las gestoras extranjeras que distribuyen sus fondos a través de los bancos locales reconocen que en el último año han ganado mucho dinero. Los garantizados que han lanzado los grandes bancos, principalmente el Santander, formados por carteras de fondos, han sido un balón de oxígeno para los grupos que han logrado incluir sus fondos en ellos. El volumen captado entre los pequeños inversores ha sido de varios miles de millones de euros.
Frente a este modelo de arquitectura abierta, de momento uno de los más rentables, han surgido otros que han dado peor resultado.
Hace unos años nacieron los supermercados financieros en internet, cuyo gancho comercial era el acceso por parte del inversor a toda la gama de fondos a la venta en España; es decir, varios miles de productos. Pero resultó poco útil para el pequeño inversor, incapaz de elegir por sí solo el producto más adecuado de entre una gama tan amplia. 'Son demasiados fondos y al final el partícipe se pierde', sostiene David Burns. Sí han funcionado, en cambio, las plataformas de fondos para inversores institucionales como Allfunds Bank.
La solución llegó de la mano de las boutiques, donde la entidad ofrece al inversor una gama reducida de fondos de varias gestoras que ella misma ha seleccionado. La evolución de este concepto ha derivado en lo que bancos como el Santander denominan arquitectura abierta guiada y donde entra en juego el asesoramiento. Los fondos los propone la gestora en función de un perfil de riesgo y los empaqueta, bien en carteras de fondos, bien en fondos de fondos.
'La fórmula de mayor éxito es que la entidad tenga acuerdos con un reducido número de gestoras y utilice esa gama de fondos para crear carteras o fondos de fondos', afirma Alex Fletcher, responsable de la distribución de fondos en Europa de Goldman Sachs Asset Management.
Otra pata del negocio de las gestoras extranjeras es el mandato de gestión, donde un banco contrata al equipo gestor de otro grupo para que le gestione su fondo. Se hace con carteras difíciles de gestionar desde España, como por ejemplo las de Bolsa japonesa. Pero este sistema ha dado pocos frutos. 'El volumen de estos mandatos suele ser pequeño y a veces no es rentable, ni para el banco ni para la gestora', afirma Núñez.
El futuro de la distribución de terceros, pues, no pasa tanto por la distribución directa de los fondos -que funcionaría si se hiciera un esfuerzo comercial, según Burns- sino más por las carteras de fondos y los fondos de fondos. Y dentro de estas estructuras, la inclusión de hedge funds será la gran revolución de la industria.