Resurgen los 'hedge funds'
De un tiempo a esta parte, venimos asistiendo a un resurgimiento de los hedge funds como alternativa a la gestión tradicional de fondos de inversión, no sólo en países como Reino Unido, Alemania, Italia y Francia, sino también España. Este fenómeno ha venido propiciado tanto por la gran volatilidad de los mercados financieros en los últimos años como por la decreciente correlación que viene experimentándose entre los distintos mercados, y el consecuente reclamo de los inversores institucionales de productos a que redujeran el impacto de la misma.
En otras palabras, la caída de los mercados financieros en los dos últimos años y medio ha sometido a un tercer grado a la gestión de fondos convencionales, cuyos resultados se miden generalmente en comparación con la rentabilidad de índices bursátiles tomados como referencia. En paralelo, los grandes patrimonios y un gran número de instituciones han venido demandando la consecución de una rentabilidad absoluta en sus inversiones, cuya consecución es precisamente el objetivo de los hedge funds. Esto, unido a los recientes movimientos de profesionales cualificados salidos de grandes instituciones financieras, así como a las crecientes iniciativas de constitución y lanzamiento de hedge funds, hacen que debamos reflexionar sobre esta figura y su renacimiento.
Es sabido que los hedge funds se orientan a grandes patrimonios e instituciones cualificadas, mientras que los convencionales se centran en el cliente final. A ello influye, entre otras razones, el importe mínimo de inversión que se requiere (más de un millón de euros), lo limitado de su número de partícipes, así como la mayor complejidad en el entendimiento de las estrategias y filosofías de inversión.
Los hedge funds utilizan medios más sofisticados (derivados, venta al descubierto y leverage o apalancamiento de sus inversiones mediante préstamos) que los tradicionales, a la vez que gozan de libertad para invertir en todo tipo de mercados, además del mercado al contado. La forma de retribución en la gestión de los hedge funds está casi siempre vinculada a los resultados concretos de la gestión y no tanto a los assets under management con los que cuente la entidad. El grado de compromiso del equipo gestor es más elevado en estos fondos que en los fondos tradicionales, dado que siempre suelen invertir parte de su patrimonio personal. Además, los hedge funds no han de hacer frente a un coeficiente de liquidez de forma que no han de facilitar liquidez diariamente.
Al margen de sus diferencias y del posterior desarrollo normativo que vaya experimentando la inversión alternativa, no sólo a nivel nacional (nueva LIIC) sino en el plano comunitario (directivas), lo cierto es que todo parece apuntar a que en los próximos años seamos testigos de excepción de un importante crecimiento de los hedge funds en busca de esa rentabilidad absoluta.