Contratación pública
El precio no debe ser el único baremo a la hora de adjudicar licitaciones públicas. Las tradicionales 'desviaciones del presupuesto inicial' a menudo convierten en papel mojado los precios ofertados por las empresas. El incumplimiento de los plazos también supone costes adicionales más difíciles de cuantificar y la puja a la baja en materia de precios puede derivar en una merma peligrosa en la calidad de la obra, el producto o los servicios contratados. La decisión del Ministerio de Fomento de tener en cuenta estos factores a la hora de elegir a sus contratistas no sólo es adecuada, sino absolutamente necesaria para garantizar la mejor relación calidad/precio en las licitaciones públicas. Y la inclusión de criterios adicionales de carácter sociolaboral (nivel de siniestralidad, formación, calidad del empleo, investigación, etc.) es una buena manera de hacer política industrial y de empresa a través de la contratación pública.