La futura sociedad de la información
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha dado el pistoletazo de salida a un trabajo realmente hercúleo: ahormar el corpus legislativo de lo que será el futuro de la sociedad de la información. De momento, y como primer paso, hoy tiene previsto colgar de su página web el armazón de la reforma. Una reforma que viene impulsada desde Bruselas, pero que hasta ahora tan sólo el Reino Unido se ha atrevido a abordar en serio.
A efectos formales, la primera gran modificación que se acomete es la reducción de 18 a 12 de los mercados que definió en su día la Unión Europea. Además, la CMT agrupa esa docena de mercados en cuatro grandes áreas de servicios y de negocios. En estos terrenos, el organismo que preside Carlos Bustelo ha efectuado un análisis detallado de la situación real del tráfico minorista y mayorista para voz y datos tanto desde redes fijas como desde redes móviles.
Esta avalancha de datos, según la metodología de trabajo prevista por la Comisión de las Telecomunicaciones, será estudiada por los diversos representantes del sector, que cuentan con un plazo de 45 días para presentar sus alegaciones. Uno de los asuntos de mayor trascendencia que ha de resolverse en este periodo es la identificación y designación de las empresas que serán consideradas operadores con peso significativo en cada mercado, así como sus derechos y sus obligaciones. El calendario de la CMT recoge que la reforma será un hecho a principios del próximo ejercicio.
Acabe donde acabe la auténtica revolución legal que se inicia formalmente hoy, lo realmente trascendente es tener un marco regulatorio, un terreno de juego claro y definido para todos los agentes: Administración, empresas y consumidores. Sólo con ello se podrá sacar partido a un arma tan vital para el desarrollo de la economía del futuro como es el correcto funcionamiento y aprovechamiento de las ventajas que ofrece la sociedad de la información.