_
_
_
_
CincoSentidos

Toda una lección del 'amateur' Gonzalo Fernández

Participar en el British Open, el torneo de golf más antiguo del mundo, constituye una gesta histórica. Conseguir una plaza no es fácil. Los 156 jugadores que el día 15 de julio estarán en el tee de salida del recorrido escocés de Royal Troon, en Prestwick, han obtenido su clasificación por diversos caminos. Está el grupo de ganadores, los que lo logran a través del puesto que ocupan en el ranking mundial y, entre otros muchos, los que han pasado por las distintas fases previas que se han celebrado en todo el mundo, que otorgan unos pocos puestos.

El pasado lunes en los dos recorridos de Sunningdale, Old y New, 120 golfistas pugnaron por sólo 17 plazas. Entre ellos había cinco españoles, José María Olazábal, Diego Borrego, José Manuel Lara, José Manuel Carriles y el joven amateur Gonzalo Fernández-Castaño, que al final se quedó como tercer reserva y con opciones de viajar a Escocia. Este joven madrileño, de 23 años de edad, licenciado en Empresariales, dio toda una lección de golf y de caballerosidad.

Gonzalo Fernández-Castaño, del Real Club Puerta de Hierro de Madrid, completó sus dos vueltas en Sunningdale, al suroeste de Londres, con los golpes que le situaban dentro del grupo que se clasificaba para estar en el British Open, sin embargo, el gran número de empatados en esta última posición le llevó a disputar un playoff.

Después de una jornada de juego excepcional, el joven amateur vio cómo en aquel momento llegaron los peores golpes del día. Tras quedarse fuera de las plazas que clasificaban directamente para jugar en Royal Troon, Gonzalo Fernández-Castaño se las vio con el inglés Ian Garbutt, 32 años, para dirimir las plazas de reserva que cubrirán posibles bajas el día de inicio del gran torneo.

El mano a mano entre los dos golfistas se produjo después del playoff, cuando la noche se les echó encima y les obligó a detener el juego hasta la mañana del martes. En el momento en el que se tomó la decisión, Ian Garbutt puso en conocimiento de Gonzalo y del Comité que él no haría acto de presencia puesto que tenía que viajar a Finlandia donde interviene en un torneo.

La excepcionalidad de la ocasión le otorgaba todos los derechos al jugador madrileño, pero no quiso aprovecharse de tal circunstancia y propuso lanzar una moneda al aire para resolver la situación de empate y brindar al afortunado el segundo puesto de reserva y el tercero para el perdedor. La cara fue para Garbutt, pero la honestidad del madrileño no pasó desapercibida para los rectores del Royal and Ancient Golf Club de St. Andrews, impresionados por el fair play de un golfista de nuestro país, después de una jornada en la que ninguno de los nuestros consiguió clasificarse automáticamente para el próximo British Open aunque les quedan un par de oportunidades más.

Archivado En

_
_