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Tribuna
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¿Eurohipotecas en España?

La semana pasada, el gerente de la Asociación de Bancos Hipotecarios Alemanes, Otmar Stocker, declaró, en unas jornadas hipotecarias en Valladolid, que la creación de una hipoteca europea uniforme podría contribuir a la bajada del precio de las viviendas en los países de la Unión Europea.

Stocker mencionó la 'inflexibilidad' de las hipotecas europeas y aseguró que 'la compleja financiación de la vivienda requiere una flexibilización del derecho real de garantía'. Además, el gerente de la ABH afirmó que la creación de una eurohipoteca, adicional a las existentes en cada país, permitiría una financiación transfronteriza de las viviendas y que, así, las entidades de crédito competirían en condiciones de igualdad, lo que beneficiaría a los solicitantes de capital. Cualquiera que conozca el sistema financiero español, y en especial el mercado hipotecario, no puede estar de acuerdo con estas declaraciones.

En sus declaraciones argumenta que con una eurohipoteca se facilitaría la competencia entre las entidades financieras. Esto podría ser cierto en algunos países europeos, pero no en España, donde los márgenes con los que actúan algunas entidades españolas han llegado a unos límites que ponen en peligro incluso los márgenes positivos de determinadas entidades en el negocio hipotecario. Sólo hay que comparar los márgenes medios europeos con los de las cajas y bancos españoles para darse cuenta que bajar más los tipos en España es casi imposible.

Otra cosa bien distinta es el posible beneficio que la generalización del nivel de competencia hipotecaria española en otros países de la Unión produciría a la banca española y quizás a buena parte de los ciudadanos de la Unión, pero no a los españoles.

La oferta hipotecaria en España es suficientemente variada como para no necesitar una eurohipoteca para mejorar la competencia. En nuestro país tenemos los márgenes sobre el euribor más agresivos y competitivos de la Unión, lo cual es muy beneficioso para el ciudadano medio, ya que de una entidad a otra las características de la hipoteca pueden variar bastante o simplemente negociando algún otro producto con el banco o caja, las condiciones de la misma pueden mejorar notablemente.

De hecho, los últimos datos de la Asociación Hipotecaria Española ponen de manifiesto que las hipotecas contratadas por los españoles han superado el medio billón de euros y que curiosamente, el mayor incremento del saldo hipotecario se produjo en el negocio de las cajas españolas en el extranjero, que se situó en 18 millones de euros, lo que supuso un 48,6% más que en abril de 2003. ¡No sólo no necesitamos eurohipotecas sino que estamos exportando las nuestras!

Problema distinto es preguntarse cuántas personas se benefician de la amplia oferta hipotecaria que hay en nuestro país, ¿cuántos productos hipotecarios conocen los usuarios que mejor se adaptan a su situación? Generalmente, sólo tienen información de las ofertas de las entidades bancarias más cercanas a su hogar y de aquellas que se anuncian en la radio o televisión. æpermil;stas, en muchos casos, van dirigidas a un sector de población con una situación económica muy saneada y no al tipo de personas que realmente necesitan un préstamo hipotecario.

La falta de tiempo para conocer en profundidad el mercado y el desconocimiento de la existencia de asesores financiero-hipotecarios independientes, es decir, ajenos a las entidades bancarias, que les ayuden a tomar una decisión, hace que muchas veces el ciudadano se conforme con la primera entidad que le diga que sí. De esta forma, pueden llegar a comprar el dinero mediante préstamos personales y préstamos al consumo a tipos de interés que en ocasiones superan el 15% y el 20%, pudiendo optar, por su perfil económico, a tipos de interés realmente privilegiados y, a veces, incluso menores al 3% o 4%.

En definitiva, la eurohipoteca beneficiaría muy poco a los españoles, pero la generalización del uso de asesores independientes sí beneficiaría al ciudadano medio español y, por ende, al precio de las hipotecas. Si utilizamos expertos en seguros, en leyes, en electrónica, ¿cómo es posible que en uno de los países con el sector financiero más desarrollado del mundo no se utilicen asesores independientes a la hora de comprar dinero? Quizás es precisamente por eso, y lo que ocurre es que nuestro sector financiero está 'demasiado desarrollado'.

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