Resistir frente a la adversidad
Personajes vitales y rebeldes se mezclan con autistas, solitarios, extravagantes e incomprendidos en el primer libro de cuentos de la escritora catalana Imma Monsó, que ahora publica en castellano. Mejor que no me lo expliques (Editorial Alfaguara) muestra la visión que ella tiene sobre temas tan universales como la comunicación (o más bien los problemas en las relaciones humanas), el conformismo o los envolventes recuerdos. Pero en todos ellos, tan diferentes, se pone de manifiesto que cada persona (hasta el enfermo posiblemente terminal) tiene las claves para dar o no alegría a su vida.
Imma Monsó se refleja en sus más espléndidos protagonistas cuando señala: 'Siempre tenemos recursos, generalmente no planificados, contra la adversidad. Aparecen energías que no conocías que ibas a tener para afrontar la realidad', añade. Este sea tal vez el caso de Clara, personaje central del cuento que da nombre al libro Mejor que no me lo expliques, que hace de su grave enfermedad una aventura vital y única. 'Me he pasado la vida -señala Clara- presa de la pasión de coleccionar experiencias, pero no de las que uno busca con afán en lugares de riesgo ella es perezosa, sino de las que vienen solas'.
Pero si los efectos del aislamiento, que determinan los dramáticos objetivos de la protagonista El peso inerte de un muerto, son una muestra del pernicioso efecto de la incomunicación en la pareja, en el cuento también se proyecta la diferente percepción que Imma Monsó tiene sobre el comportamiento de hombres y mujeres. 'Capacidad lingüística, que las mujeres muestran desde la infancia, frente al interés por el dominio'. Pero al final en su obra predomina un cierto optimismo o al menos el humor. 'La literatura permite delimitar los problemas a su justa medida', destaca. Imma Monsó, que no pretende con sus novelas o cuentos engrosar el ya amplio muestrario de libros de autoayuda, sí defiende la capacidad terapéutica de la literatura.
'Con ella, el ser humana tiene a su alcance una de las mejores posibilidades que va a encontrar en la vida para explorar, conocer o disfrutar', añade. Ella también ha aprendido a escribir en parte a través de la muy mediterránea costumbre de escuchar historias y vivencias. Escuchar, leer y escribir son las múltiples caras de un misma moneda. Y como casi todos los escritores reconoce que hay algo de autobiografía en sus relatos, aunque no parecen muy marcados por su Cataluña natal.