Protegerse de un sol abrasador
El dato abrasa: sólo el 58% de los españoles se protege adecuadamente del sol. Según un estudio elaborado por los Laboratorios Isdin, a partir de 1.500 encuestas, un 42% de los españoles no se aplica el fotoprotector correctamente, esto es, 30 minutos antes de la exposición solar. 'No se aplica ni en la playa ni en la piscina. Hay que hacerlo, con la piel seca, media hora antes para que se absorba bien, sin sudor, arena u otros factores que influyan en las efectividad del protector solar', aconseja Josep Montero, responsable de marketing de Isdin.
Aunque el tono de la piel bronceada es sinónimo de salud, el sol puede provocar alteraciones, que van desde las típicas quemaduras, manchas en la piel, arrugas, cataratas, tumoraciones o cáncer cutáneo. Según datos del Programa de Naciones para el Medio Ambiente (Pnuma), cada año se producen más de dos millones de cánceres de piel (distintos del melanoma) y 200.000 melanomas malignos.
Los estudios demuestran que la población de mayor riesgo es la que presenta alguna de estas características: las personas con piel clara se queman con facilidad y casi nunca se ponen morenos; antecedente familiar de cáncer de piel, lunares raros y los pecosos.
Entre las medidas que hay que tomar, los expertos aconsejan, además de utilizar el fotoprotector adecuado, evitar la exposición prolongada al sol, sobre todo en las horas consideradas de riesgo, entre las 12 y las 17 horas. Conviene buscar sombras, usar sombreros, utilizar ropas que cubran buena parte del cuerpo si se permanece en áreas soleadas y llevar gafas de sol oscuras, con filtros para rayos ultravioleta.
Las quemaduras no se ven de manera instantánea. La sorpresa llega una vez se ha puesto el sol. El tiempo de exposición solar requiere de una simple operación matemática, en la que el individuo ha de multiplicar el tiempo en que tarda en quemarse por el factor que se ha aplicado. Por ejemplo, una persona de piel mediterránea que tarda en quemarse 30 minutos y se aplica un factor 10. Tendrá 300 minutos (cinco horas) de protección solar. Siempre y cuando aplique el fotoprotector adecuado.
A cada tipo de piel, un fotoprotector distinto
No todas las pieles necesitan los mismos cuidados. A cada una le corresponde un fotoprotector distinto. Según recomienda el experto de Isdin Josep Montero, un adulto de piel mediterránea (oscura) nunca debe empezar las primeras exposiciones con menos de un factor 15. A medida que avanza el verano se puede bajar el protector hasta el factor 8. Aquellos que tienen piel clara (pelo castaño y ojos marrones) las primeras tomas deben hacerse con un factor 25 y nunca deben bajar del factor 15. Los de piel rubia (ojos claros y piel blanca) deben cuidarse de las radiaciones solares con un factor 35 o protección extrema y no bajar del 25. Los albinos y pelirrojos debe usar protección extrema.Los niños requieren de cuidados especiales. No hay que olvidar que es importante que el fotoprotector transpire. Ocurre que, en ocasiones, los protectores de pantalla total pueden obstruir el poro y provocar alergias en los pequeños. Por tanto, es conveniente que tengan filtros biológicos (vitamina A, C y E), antioxidantes que bloquean los radicales libres, que ayuden al sistema inmunológico cutáneo.