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Tribuna
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El estreno de Zapatero en Bruselas

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero se estrenó ayer en un Consejo Europeo. Y lo hizo en una de las citas comunitarias más enrevesadas de los últimos años. Por lo pronto, además de Rodríguez Zapatero, otros diez Gobiernos europeos debutaban en estas lides, porque era la primera cumbre desde la ampliación de la UE el pasado 1 de mayo (los países del Este asistían desde el año pasado a las cumbres, pero sin voto).

Zapatero comenzó el día asistiendo a la reunión de los partidos socialistas europeos, una cita a la que no se dignaron acudir sus homólogos alemán ni británico. 'Aunque ahora sea presidente del Gobierno, seguiré viniendo', prometió el español a unos 'compañeros' que le felicitaron por sus dos victorias electorales. Ya en el edifico Justus Lipsius, sede del Consejo Europeo, Zapatero se enfrentaba a una audiencia mucho menos amigable. En juego, el poder de cada país en la futura Constitución europea.

Las cámaras del circuito cerrado del Consejo recogieron la entrada de Zapatero, un tanto azorado, en el coso donde deberá lidiar durante al menos 48 horas.

'El primer objetivo de España es que salga adelante la Constitución', confiaba el presidente a su delegación. Falta saber como encaja el talante colaborador de Zapatero con la experiencia de negociadores tan taimados como el presidente francés, Jacques Chirac, o el británico, Tony Blair.

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