Montilla defiende que España necesita 'empresas fuertes'
El ministro de Industria señala que España necesita compañías con una buena dimensión, fuertes y saneadas para competir en Europa
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, escenificó ayer en Madrid la puesta de largo de su programa ante los principales ejecutivos de buena parte de las mayores empresas españolas, cuya actividad cae, de un modo u otro, bajo el amplio paraguas competencial del ministerio de las empresas. En el Foro Cinco Días organizado ayer en Madrid junto a Accenture y Banco Madrid, Montilla se mostró partidario de que las empresas españolas, tanto del sector energético como de otros sectores, 'tengan una buena dimensión, sean fuertes y estén saneadas para poder competir en los mercados internacionales'.
En la primera ocasión en que tenía delante una representación empresarial tan nutrida, Montilla se sometió a las preguntas de presidentes, consejeros delegados y altos directivos de grandes empresas de sectores tan variados como las telecomunicaciones, la energía, el turismo, el comercio o la industria.
Su referencia a la necesidad de compañías potentes la escuchaban con especial atención el consejero delegado de Gas Natural, Enrique Locutura, y varios directivos de Endesa. Era precisamente la respuesta a una pregunta sobre si a Montilla le habían planteado una operación de concentración entre esas dos empresas y Aguas de Barcelona. El ministro lo negó: 'Ninguna de las empresas aludidas ha presentado ni formal ni informalmente ninguna propuesta de concentración'.
La posibilidad de una integración de REE y Enagás no está sobre la mesa del Ejecutivo ni de las empresas
Gas Natural, Endesa y Agbar no han planteado ninguna alianza ante el Ministerio, ni de modo formal ni informal
Montilla insistió en que 'las decisiones que afectan a las empresas deben ser adoptadas por las propias empresas y sus accionistas', pero siempre en el marco de las reglas de la competencia vigentes, 'especialmente, cuando se trata de sectores regulados'. Una vez tomada la decisión, agregó, quienes deben pronunciarse ante una propuesta de concentración deben ser los órganos competentes, como la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y el Tribunal de Defensa de la Competencia.
Por tanto, recalcó que el Gobierno no quiere ni debe intervenir en este tipo de operaciones y que lo único que tiene que hacer es defender la competencia, el interés general y el de los consumidores.
En su opinión, es normal que el Ejecutivo quiera que haya empresas con accionistas de referencia que sean capaces de operar como actores internacionales. Sin embargo, no la hizo extensiva a todos los sectores. 'Es difícil dar una respuesta con carácter general. Depende de los casos', señaló Montilla, quien añadió que 'hay pymes que son sumamente competitivas'.
En el acto se encontraban destacables representantes del sector energético: los presidentes de Repsol y Cepsa, Alfonso Cortina y Carlos Pérez de Bricio; el vicepresidente y consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán y el de Unión Fenosa, Honorato López Isla, entre otros.
Respecto a la posibilidad de que el Gobierno esté considerando la fusión de Red Eléctrica (REE) y Enagás, los gestores técnicos de los sistemas eléctrico y del gas, respectivamente, Montilla aseguró que esta posibilidad no se encuentra sobre la mesa del Ejecutivo ni de estas empresas. 'No me compete hablar -afirmó- sobre algo que es una pura especulación'. En el foro se encontraban el presidente de Enagás, Antonio González-Adalid y el futuro presidente de REE, Luis Atienza, que sustituirá en breve a Pedro Mielgo.
Respecto a órganos reguladores, como la CNE o la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), el ministerio quiere reforzar su independencia. Las reformas se harán a lo largo de la legislatura 'de manera serena y sin prisas'. Sobre quién tiene la potestad para fijar las tarifas eléctricas, Montilla, recordó que las propone Industria y las aprueba la Comisión Delegada para Asuntos Económicos. 'De momento, es así', señaló el ministro, pero admitió que esto podría cambiar a lo largo de la legislatura.
En su repaso, Montilla adelantó que ultima la nueva regulación de las operadoras de telefonía móvil UMTS y se comprometió a facilitar un rápido despliegue de la red, que ya da problemas de cobertura con el servicio actual. Negó que la menor libertad de horarios comerciales vaya a tener efecto alguno sobre el sector de la distribución y reconoció que la crisis de Izar obliga 'necesariamente' a reducir su volumen.
El ministro puso el acento en la importancia de la innovación y desarrollo y en la competitividad como ejes de su política industrial.
Exención de compromisos a las operadoras de móviles
José Montilla anunció que los acuerdos con los operadores sobre la reducción de los compromisos adquiridos por estos en el concurso de licitación de las licencias celulares de tercera generación 'están prácticamente cerrados' y se darán a conocer este mismo mes con 'la publicación de la orden ministerial correspondiente'. Este concurso se falló en marzo de 2000 y resultaron adjudicatarios Telefónica Móviles, Vodafone, Amena y Xfera. Las inversiones comprometidas entonces ascendieron a más de 16.000 millones en diez años. La posterior evolución de los acontecimientos ha impedido que tales compromisos se hayan cumplido. Tres de las cuatro operadoras han asegurado que el acuerdo de cada una de ellas con el ministerio sobre la reducción de los citados compromisos 'esta completamente cerrada'. Las compañías confían que Industria zanje el tema lo antes posible y alguno de ellos apuesta porque el acuerdo se dará a conocer mañana con la firma de un documento entre las partes o, simplemente, con la promulgación de una orden ministerial.Fuentes de Industria señalaron que 'aún quedan por cerrar varios flecos con alguna de las operadoras'. Indicaron que es posible que se concluya el tema esta semana. El departamento ha enfocado la consecución de los acuerdos con las telefónicas celulares sobre la base del mantenimiento de las obligaciones de inversión que cada una de ellas contrajeron en el concurso del año 2000. La flexibilidad se ha encontrado en el alargamiento de los plazos para el cumplimiento de las obligaciones. También se libera a las empresas de la obligación de atenerse a una fecha para el lanzamiento del servicio.