Economía teme que el alza del IPC dañe el consumo privado
El consumo privado se ha acelerado en los últimos meses, favorecido por los bajos tipos de interés y el avance del empleo. Sin embargo, el Ministerio de Economía advierte en su último informe de coyuntura que 'la orientación al alza de los precios de consumo en los últimos meses, como resultado del incremento del componente energético, ha moderado el avance de las rentas reales y podría repercutir sobre el consumo de los hogares en lo que queda de año'. Es decir, que el Gobierno teme que el repunte de los precios frene el consumo interno.
El informe indica que los indicadores de actividad siguen lanzando señales positivas, en particular las ventas minoristas y, sobre todo, las de automóviles.
El consumo de las administraciones públicas crece a un ritmo del 4,7%, más de un punto superior al del consumo privado. Sin embargo, en el primer trimestre se produjo una ligera desaceleración que debería prolongarse en los próximos trimestres, al atenuarse algunos de los factores que han impulsado el alza, como las transferencias autonómicas y los procesos electorales.
En cuanto a la inversión, las estimaciones de la Contabilidad Nacional reflejaban una tónica más dinámica en el primer trimestre tanto de la formación bruta de capital fijo como de la variación de inventarios, contribuyendo significativamente al mayor crecimiento del PIB.
Convergencia en renta
Por otra parte, Economía calcula que la renta per capita española alcanzará este año el 90% del promedio de la zona euro, cuando en 1991 se encontraba en el 78,9%.
Según el departamento que dirige Pedro Solbes, la economía española ha presentado en lo que va de año un balance positivo en términos de crecimiento y convergencia con Europa, manteniendo en el primer trimestre un diferencial de crecimiento con la zona euro de 1,5 puntos.
La intensificación del crecimiento en el primer trimestre se explica, según el informe, por significativo avance en la demanda interna, tanto a nivel de consumo como de inversión, que permitió contrarrestar la aportación más negativa de la demanda externa.
Según el análisis de Economía, 'este desequilibrio exterior, que ha sido una constante en los últimos años, es consecuencia, en parte, del diferencial de crecimiento favorable a nuestra economía'. Sin embargo, también refleja 'las dificultades para competir y ganar cuota en los mercados externos e internos por el escaso avance de la productividad en los últimos años'.