Las cajas refuerzan la expansión con 500 oficinas más
Las cajas no sólo no frenan la expansión territorial, sino que buscan mantener un fuerte ritmo en la apertura de sucursales. Sólo las ocho primeras entidades prevén abrir este año cerca de 500 oficinas.
En menos de veinte años, de 1985 a 2003, las cajas han duplicado su red hasta alcanzar 20.891, y ya superan de lejos las de los bancos, 14.074, que han seguido hasta 2002 el proceso inverso de cerrar sucursales tras las fusiones de SCH y BBVA.
Pasada la eclosión, las cajas demuestran que no quieren relajar demasiado el ritmo pese a que el propio sector pronosticaba hace unos tres años que la expansión se había culminado. Sólo las ocho primeras por activos (La Caixa, Caja Madrid, Caixa Catalunya, Bancaja, Caixa Galicia, CAM, Ibercaja y Unicaja) prevén abrir en torno a 450 oficinas antes de que acabe el ejercicio, según datos de las propias entidades.
La previsión se acerca a la cifra que alcanzaron las 47 cajas el año pasado, cuando inauguraron 544 sucursales, según datos de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).
La prioridad ahora se centra en la rentabilidad de las sucursales
Ante el fuerte crecimiento de ejercicios anteriores, el Banco de España ya lanzó el año pasado el aviso a las cajas para que volvieran a sus 'raíces sociales y territoriales'.
Las dos primeras cajas del país ya han anunciado moderación. La Caixa apuntaba en los resultados anuales que la intención era abrir unas cien oficinas al año. Mientras, Caja Madrid prevé inaugurar en torno a 90 de aquí a 2006, aunque la mayor parte en los dos próximos años. Ahora está realizando el estudio de rentabilidad.
Las cajas, en general, han dado carpetazo al crecer por crecer en otros territorios y miden mucho más el gran coste que suponen estas aperturas (que comen recursos propios y rebajan la ratio de eficiencia) en relación con la rentabilidad esperada. De media, una oficina tarda unos tres años en ser rentable, según cálculos del sector.
Por este motivo apuntan a zonas con mayor potencial, como son las áreas costeras, donde las hipotecas aún tienen un gran recorrido, a decir de los expertos, por la demanda creciente de extranjeros que deciden comprar casa en España.
Por eso no es extraño que las grandes centren su expansión en Andalucía y Levante, como Caja Madrid, Caixa Catalunya e Ibercaja. Mientras, la valenciana Bancaja y la alicantina CAM miran también a Cataluña. Y Caixa Galicia prevé crecer en su propia región, además de en Andalucía, Castilla y León y Asturias. Y ninguna de ellas olvida Madrid como punto de referencia.
Superar la barrera de las mil
1 Poseer una red con más de mil sucursales es, hasta ahora, privilegio de las dos grandes, La Caixa (4.655 oficinas), y Caja Madrid (1.878). Sin embargo, el reto de superar esta barrera está impulsando los planes de otras entidades, como Bancaja o Unicaja. Esta última quiere crecer en torno al 25% cada año desde el pasado ejercicio, con el fin de superar las mil sucursales en 2008. Este año, abrirá unas 45, según datos de la entidad. Caixa Catalunya e Ibercaja están a las puertas del número mágico, que prevén superar a medio plazo.2 Bancaja ha sorprendido al mercado con el plan de expansión más ambicioso en el sector de cajas. Cuando se suponía que las aperturas masivas formaban parte de otra época, la caja se ha impuesto abrir 235 oficinas en dos años. El objetivo es llegar a las 1.052 antes de 2006. Tras el fracaso de la compra del Atlántico, la CAM opta por crecer orgánicamente y prevé abrir 200 en unos tres años.3 Los competidores de las cajas, los bancos, han cerrado un periodo de ocho años en que la reducción de sucursales ha sido progresiva. De 1998 a 2003 recortaron su red un 19%, hueco que fue rápidamente ocupado por las cajas. El pasado ejercicio la tendencia cambió y los bancos mantuvieron casi invariable el número de oficinas en 14.074 (creció en dos), según datos del Banco de España. Entidades como el SCH han reconocido que no midieron bien los cierres y ahora intentan recuperar terreno.