Las rentas del trabajo en el impuesto siguen ganando peso sobre las del capital
Una de las constantes que se repiten en el IRPF, a pesar de las sucesivas reformas tributarias, es el desorbitado peso de las rentas del trabajo sobre las del capital.
La última reforma del impuesto (la de 2003) no ha sido una excepción, a pesar de que uno de los objetivos del Gobierno anterior era, precisamente, aminorar el sobreesfuerzo de los trabajadores, de cuyo salario se obtiene más del 80% de la recaudación del IRPF.
Los primeros resultados que ofrece la Agencia Tributaria, referentes a las retenciones practicadas el pasado año (primer ejercicio con la reforma que entró en vigor en 2003), no ofrecen duda alguna. Las retenciones por trabajo y actividades profesionales crecieron un 7% (un 4%, en términos homogéneos), mientras que las de capital cayeron un 14,3%, profundizando aún más la brecha.
La caída en la recaudación por retenciones de capital se acentuó en 2003 sobre todo, por la rebaja del 18% al 15% del tipo de retención, implícita en la reforma. Destaca, por otra parte, el fuerte descenso de los ingresos derivados de fondos de inversión (la recaudación cae un 39% hasta 346 millones), derivado de la rebaja del tipo de retención del 18% al 15%, del fin del 'peaje fiscal' (tributación) para pasar de un fondo a otro, y de la caída en la rentabilidad media de los fondos reembolsados, sufrida el año pasado.