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Crónica de Manhattan

Elegir a los amigos

En el trabajo y en la vida, elegid con cuidado a vuestros amigos', aconsejó el viernes George Bush a los alumnos de la Universidad de Louisiana. Además dijo que en este sentido, no podía estar más satisfecho: 'He tenido que elegir a casi todos los que trabajan conmigo. Estoy feliz con mis elecciones'.

Sólo un día antes, soldados iraquíes y estadounidenses registraban las oficinas y la casa del líder iraquí Ahmad Chalabi, hasta entonces el amigo predilecto del Pentágono en Irak. Chalabi fue uno de los mayores instigadores de la guerra y quien proporcionó las dudosas pruebas sobre la supuesta existencia de armas de destrucción masiva.

No es la primera vez que Bush se aleja de amistades claves. Uno de los casos más llamativos es el de Ken Lay, ex presidente de Enron, a quien Bush llamaba 'Kenny Boy'. Lay fue un generoso contribuyente de su campaña que se cayó de la lista de amigos cuando Enron protagonizó un multimillonario fraude y una suspensión de pagos que provocó una crisis de confianza sin precedentes.

Tampoco está ya en su lista de amigos el ex secretario del Tesoro, Paul O'Neill. En honor a la verdad, hay que decir que éste era más amigo del vicepresidente Dick Cheney que de Bush. æpermil;ste le puso al frente del Tesoro y le llamaba 'Pablo' como muestra de cercanía y complicidad. Pero a mitad de legislatura se dio cuenta que no había sintonía entre ambos y le pidió que se marchara, no sin antes redactar una carta de dimisión que explicaba su partida por 'asuntos personales'. O'Neill se fue sin firmar esa carta.

Mirando al futuro, la cuestión iraquí también puede tensar algunas relaciones. Al menos eso parece al ver las filtraciones de la Casa Blanca sobre un hipotético segundo Gobierno.

Al menos tres figuras no repetirán. George Tenet dejaría la CIA y Donald Rumsfeld la titularidad de Defensa, pese al apoyo que le brindó Bush tras explotar el escándalo de las torturas en Abu Gharib. Colin Powell, eterno disidente, también quedaría fuera. Y podría recolocarse al frente del Banco Mundial, como se hizo con Robert McNamara durante la guerra de Vietnam. Una buena salida otorgada por alguien que valora más la lealtad que la amistad.

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