El PP reconvierte su discurso económico
No es sencillo cambiar el chip en estas circunstancias', reconoce el ex ministro de Agricultura Miguel Arias Cañete, a quien Mariano Rajoy ha encomendado la portavocía económica de su grupo parlamentario. æpermil;l y la también ex ministra Elvira Rodríguez pilotan estos días la reconversión del discurso que Rodrigo Rato y Cristóbal Montoro entonaron hasta hace sólo unos meses, para acomodarlo a las tareas de oposición. 'Nuestra principal armadura va a ser el programa electoral de marzo, que estaba pensado para gobernar. Las medidas que proponíamos las vamos a trasladar al Congreso en forma de proposiciones no de ley', anticipa Arias Cañete.
La Oficina Presupuestaria que el Gobierno se ha comprometido a crear en la Cámara baja también es concebida por el PP como un instrumento útil para desempeñar su nuevo papel. 'Vamos a pelear porque dependa de la comisión de Presupuestos y no de la Presidencia del Congreso', advierte Arias Cañete, persuadido de que debe 'actuar desde la máxima independencia'.
La artillería con la que el PP ha estrenado su crítica al vicepresidente económico, Pedro Solbes, no ha pasado, de momento, del mero formulismo y descansa en el cuestionamiento de su capacidad para compatibilizar el equilibrio presupuestario con el cumplimiento de los compromisos sociales incorporados al programa electoral del PSOE. Arias Cañete ha hecho sus números: 180.000 viviendas anuales costarían 2.500 millones de euros; el aumento de las plazas escolares hasta tres años, la gratuidad de los libros y la nueva financiación de las universidades, 7.800; otro tanto la subida del salario mínimo hasta los 600 euros mensuales; el incremento del 25% de la inversión en I+D, 880 millones; las dotaciones para la Justicia, 720. Si a ello se suma la reducción de los tipos del impuesto sobre sociedades, del IRPF y del IVA, que el PP cifra en 9.000 millones de gasto fiscal, el coste total se dispararía hasta 23.000 millones, tres puntos del PIB, escenario incompatible, en opinión de Arias Cañete, con el mantenimiento del equilibrio presupuestario.
Además, el desboque del precio del petróleo, las tensiones inflacionistas que provoca y el mal comportamiento de la balanza comercial han servido de pretexto al primer partido de la oposición para reclamar 'actuaciones urgentes' sobre los mercados, reformas estructurales potentes y también para rehuir el acento en la buena salud de la mayoría de los indicadores que hereda el nuevo Ejecutivo.
'A partir de ahora, lo lógico es que acentuemos las críticas, pero tomando siempre como referencia que hemos dejado un país sin déficit público, en el que se crean más de 1.500 empleos al día y se pagan menos impuestos. Esto es importante porque si no corremos el riesgo de que pronto se instale una amplia amnesia colectiva...', añade otro ex ministro del PP que formó parte del equipo económico del anterior Gabinete.
A juicio de Elvira Rodríguez, mujer de plena confianza de Rajoy en el área económica del PP, de lo que se trata ahora es de señalar 'los flancos más débiles' del estreno de Pedro Solbes. Fue, en parte, lo que hizo Arias Cañete durante su reciente comparecencia en el Congreso, al preguntar al vicepresidente si piensa cumplir los compromisos sociales de su programa electoral, si va a modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria, qué destino dará a los superávit de la Seguridad Social y en qué se va a concretar, finalmente, su reforma fiscal. En el Gobierno se reconoce que Solbes respondió a todos estos interrogantes con una 'calculada ambigüedad'.
'Debemos tomar nuestra herencia como referencia para evitar el riesgo de una amplia amnesia colectiva'
El regreso a los orígenes desde el escaño granate
El ex vicepresidente Rodrigo Rato descubrió los encantos de Elvira Rodríguez en una céntrica cafetería madrileña cuando todavía era funcionaria del Tribunal de Cuentas y el PP se encontraba en la oposición. La claridad con la que esbozó su análisis sobre los puntos débiles de la política económica del entonces Gobierno socialista sedujo tanto al hoy director gerente del FMI que a partir de ese momento Rodríguez entró a formar parte de ese selecto grupo de asesores de los que se rodeó el PP durante la travesía que le condujo al Gobierno en 1996. Su primera responsabilidad oficial la tuvo en la Dirección General de Presupuestos. De ella pasó a la Secretaría de Estado, cargo en el que se ganó la simpatía de Rajoy y desde el que fue aupada hasta el Consejo de Ministros como titular de Medio Ambiente.Elvira Rodríguez ya no se sienta en el banco azul sino en uno de los escaños granate que comparten también otros ex ministros. Desde allí ha regresado a los orígenes, asesorando al líder del PP en política económica, una vez que los anteriores puntales en este área, Rodrigo Rato y Cristóbal Montoro, se aprestan a dejar la escena nacional.