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Ocio

Terra Mítica suspende pagos con 300 millones de pasivo

El consejo de Terra Mítica se rindió ayer a la evidencia. Tras un par de semanas de incertidumbre, intentando alcanzar un acuerdo con los acreedores que evitase la suspensión de pagos, el parque temático de Benidorm decidió acogerse a la protección judicial, suspender pagos y evitar de esta forma ver cómo le embargaban sus terrenos.

Terra Mítica acordó ayer suspender pagos tras lo lograr un acuerdo con las 25 entidades financieras que participaron en el préstamo sindicado de 111 millones de euros y al que el parque temático de Benidorm no ha podido hacer frente. La amenaza de embargo que pesa sobre los terrenos ha llevado a la sociedad a presentar ante los juzgado de Benidorm esta medida de protección de su patrimonio a la que se había resistido por el daño a la imagen del complejo que supone, así como el coste político que tiene, ya que el parque fue promovido por la Generalitat Valenciana, presidida entonces por Eduardo Zaplana.

Sin embargo, lo insostenible de la situación, con un pasivo que a diciembre de 2003 era de 307,8 millones de euros -el actual no ha sido desvelado por la empresa, pero según diversas fuentes ronda esa cantidad- no ha dejado otra salida al consejo, que ayer se limitó a enviar un comunicado en el que se comunicaba la decisión y se aseguraba que el parque seguirá funcionando con normalidad.

Ningún miembro del consejo de administración salió públicamente a leer el comunicado, tarea que se le encomendó al director del parque, John Fitzgerald, un hombre nombrado por Paramount Parks, gestora del recinto.

De los tres millones de visitantes previstos el pasado año, sólo se alcanzaron la mitad

Aunque el desenlace de la crisis ha llegado con el impago del plazo correspondiente al último año del préstamo sindicado, en realidad el parque nació lastrado desde el principio, con un plan de negocio que se ha demostrado estar completamente alejado de la realidad (se preveían tres millones de visitantes y apenas si se lograron la mitad el último año) y con un coste de construcción desorbitado, 480 millones de euros, en buena parte por las prisas que exigió el propio Zaplana para ponerlo en marcha. Se hizo sin contar con un socio tecnológico. Sólo al final se acabó incorporando Paramount Parks a la gestión, con un contrato muy favorable para la empresa estadounidense y cuyo resultado es tan discutible que la posibilidad de que renueve es más que remota.

Así, la sociedad se ha visto cada año envuelta en el supuesto de disolución que marca la ley por las constantes pérdidas -161,31 millones de euros acumulados en los tres años y medio de funcionamiento- lo que ha obligado a los accionistas a inyectar un total de 259,8 millones de euros en hasta siete ampliaciones de capital.

En la última, que se hizo en parte para pagar un préstamo de 60 millones de euros impagado a Bancaja y CAM, accionistas del complejo, se produjo una operación acordeón que dejó el capital final en 159,5 millones. Las dos cajas y la Generalitat fueron las únicas que acudieron a la ampliación, de la que solamente se cubrió el 45% de los 110 millones.

Rescate de las cajas

Fue la última vez que las cajas salieron en ayuda de una sociedad que les había obligado a dotar las pérdidas, con los efectos consecuentes en su propia cuenta de resultados. Ante la situación que se creó con el impago de los 14 millones que debía pagar el 31 de diciembre de 2003 como plazo del sindicado, las dos entidades financieras ya no han querido (ni podido) echar más dinero a lo que consideran un pozo sin fondo. Tampoco la Generalitat, cuya situación financiera no le permite grandes alardes, ha podido inyectar más fondos. Al negarse los bancos acreedores -entre ellos BBVA, Ruralcaja, Sabadell, Banesto, y varias cajas rurales- a hacer una quita y capitalizar parte de la deuda ('no queremos ser accionistas del parque, queremos el dinero', han repetido), la solución sólo pasaba por la suspensión de pagos.

Bancaja y CAM, que hace unas semanas, y ante la delicada situación del parque tomaron las riendas de la gestión económica, emitieron un comunicado en el que mostraban su confianza en que la medida contribuya a la viabilidad de Terra Mítica. Las dos cajas, que ostentan el 20,64% del capital cada una -el resto se lo reparten la Generalitat con el 20,45% y un grupo de pequeños accionistas con menos del 5% (entre ellos Ruralcaja, Lladró, el Grupo Fuertes y otros)-, se abstuvieron en la reunión del consejo a la hora de la discusión y la votación de la suspensión de pagos, dada su doble condición de socios y acreedores, pues también participaban en el sindicado. Las dos entidades achacaron en su comunicado la grave situación financiera de la sociedad a 'las dificultades que atraviesa el sector de las grandes infraestructuras de ocio en Europa' y aseguraron que a medio plazo Terra Mítica 'superará esta situación y cumplirá las expectativas que desde un principio contemplaron todos sus socios'. La Generalitat emitió el mismo comunicado.

Clave política

En el ámbito político, la oposición al PP en la Comunidad Valenciana aprovechó para recordar sus advertencias ante 'el proyecto faraónico de Zaplana'. El diputado del PSOE Ricard Torres aseguró que un proyecto que 'era bueno' fracasó por culpa del ex presidente de la Generalitat Valenciana Eduardo Zaplana, quien a su juicio 'lo apadrinó con falta de rigor empresarial y lo hizo inviable'.

El diputado autonómico de Esquerra Unida, Joan Antoni Oltra aseguró que 'la suspensión es una quiebra encubierta que demuestra el fracaso de la criatura de Zaplana y de todo el PP y, por supuesto, alguien debería asumir responsabilidades políticas por este desastre'. Mientras tanto, desde fuentes cercanas a Zaplana quisieron recordar que hace más de dos años que el ex ministro dejó la Generalitat y pidió 'que se pregunten los que están que han hecho o dejado de hacer para que el parque esté en esta situación'.

El parque entrará ahora en un periodo de administración judicial y deberá plantear, al margen de una solución a sus problemas económicos, un plan de viabilidad que permita la rentabilidad del recinto.

Las cifras

161,31 millones de euros de pérdidas lleva acumulados Terra Mítica en sus tres años y medio de actividad. En 2003 perdió 61 millones, casi el doble que el año anterior.259,8 millones de euros han inyectado los socios en la sociedad en hasta siete ampliaciones de capital. Ahora tiene 159,5 millones.480 millones de euros es lo que costó la construcción del parque, una cifra mucho más alta de la prevista inicialmente, que rondaba los 270 millones.

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