Estabilidad en el crecimiento de la actividad en el primer trimestre del año
El consumo privado va a prolongar su ritmo de avance, mientras que la inversión empresarial se recuperará más tarde de lo inicialmente previsto
El indicador sintético mensual Eriste-5Días aproxima la evolución del ciclo-tendencia del PIB español. Según esta versión, el PIB creció un 2,7% en el primer trimestre del año, una décima superior con la que terminó 2003 y a nuestra anterior previsión. El excelente dato de la producción industrial de marzo es, en buena parte, el causante de esta mejora.
Nuestra previsión de crecimiento del PIB para el cierre de 2004 se mantiene en un 2,8%, con un 3,4% de la demanda interna. La evolución más reciente de los indicadores de demanda interna privada está siendo coherente con estas previsiones.
El consumo privado va a prolongar su ritmo de crecimiento a lo largo del ejercicio, mientras que la inversión empresarial se recuperará, aunque quizá lo haga más tarde de lo que creíamos hace unos meses.
Por su parte, la inversión en construcción continuará perdiendo ritmo. No obstante, su crecimiento medio del ejercicio se mantendrá aún relativamente elevado.
Con todo esto, la demanda interna registrará un ritmo de crecimiento muy similar al experimentado el año pasado. Por lo tanto, el suave repunte del PIB estará provocado por una moderada mejora en las exportaciones netas.
Mantenemos nuestra previsión de que la contribución del sector exterior, aunque negativa, se reduzca hasta las seis décimas.
No obstante, no esperamos que se dé la mejora de las exportaciones netas hasta la segunda mitad del año.
En el primer semestre será el consumo total y la inversión en construcción las rúbricas de demanda que más aportarán al crecimiento del PIB.
Riesgos por la subida del precio del crudo
La inflación repuntó con fuerza en abril hasta el 2,7%, frente al 2,2% registrado en el conjunto del primer trimestre del año. Las tensiones que está provocando la fuerte elevación del precio del petróleo en lo que llevamos de segundo trimestre, presionarán al alza los precios en esta parte del año.Además de por la mayor incertidumbre que introduce en los mercados, una subida sostenida del petróleo tiene un efecto directo y negativo sobre el bolsillo de unos consumidores muy endeudados, eleva el coste de importantes factores de producción y reduce la probabilidad de una bajada de tipos en la eurozona, además de hacer más verosímil una subida en EE UU y una apreciación del dólar.Esto perjudica, en mayor o menor medida, a todas las rúbricas de demanda y a la actividad, dejando como beneficiario a la industria energética.