Las apuestas sobre los tipos se abren en Wall Street
La Bolsa estadounidense digirió ayer los datos de creación de empleo en abril en clave de tipos de interés. Los inversores no saben con qué carta quedarse. Los datos fueron excelentes, descenso de la tasa de paro al 5,6% y creación de 288.000 puestos de trabajo. Pero el indicador da al mismo tiempo argumentos para que la Fed adelante la subida de tipos y el crédito se encarezca. Los principales índices fluctuaron durante toda la jornada y concluyeron con fuertes pérdidas del 1,37% en el S&P 500; el 1,21% en el Dow Jones, y el 1,02% en el Nasdaq.
Las apuestas sobre cuándo subirá la Fed los tipos están abiertas en Wall Street y, hasta ahora, gana por abrumadora mayoría la opción del próximo junio, frente a la alternativa de agosto. De momento, los valores más castigados ayer fueron los que más rápida y directamente pueden verse afectados por el encarecimiento del crédito: bancos, constructoras y empresas de comercios minorista. Así, destacaron las pérdidas del banco Citigroup (-1,6%), la inmobiliaria y constructora Pulte Homes (-3,5%) y las del gigante de productos de bricolaje, Home Depot (-3,6%).
El factor inesperado y que puede hacer descarrilar todos los planes es el del petróleo. Un informe de urgencia de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha ofrecido esta semana unas conclusiones inquietantes: 'Un aumento sostenido del precio del barril de 10 dólares en el rango de 25 a 35 dólares provocaría un descenso global de cuatro décimas en el PIB de la OCDE en el primer y el segundo año de precios altos. La inflación aumentaría media punto y el paro también crecería'.
Las grandes petroleras han conseguido cotizar esta semana la escalada del petróleo con ganancias del 3,2% en el caso Conocophilips; el 2% para Exxon, y el 0,7% para Chevron Texaco.
El éxito en Asia pasa inadvertido en la Bolsa
El mayor fabricante mundial de automóviles, General Motors, consiguió en el primer trimestre triplicar los beneficios de las joint ventures en China y Japón. Estos buenos resultados han sido ignorados por los inversores estadounidenses, que han castigado duramente a la acción durante toda la semana. Aún así, el consenso de analistas de Wall Street mantiene la recomendación de comprar. La empresa ha iniciado una campaña agresiva para recuperar las ventas en EE UU.