Carrefour invertirá 37 millones en la etiqueta electrónica
Con el objetivo de eliminar el riesgo de errores de precio en las cajas de los híper, Carrefour ha puesto en marcha una experiencia piloto para implantar la etiqueta electrónica en sus centros. Este año se incorporará en cuatro establecimientos y en un plazo indeterminado se hará extensivo a los 125 híper de la cadena, lo que supondrá una inversión total de 37 millones de euros.
Las estanterías de los hipermercados de Carrefour van a sustituir las indicaciones de precio en soporte papel por unas etiquetas electrónicas que estarán conectadas directamente al ordenador central del establecimiento. Estas etiquetas instaladas en los lineales del híper recibirán a diario el precio de cada producto a través de un software diseñado por IBM, lo que permitirá actualizar los precios sin necesidad de que una persona cambie las etiquetas de papel.
El sistema de radiofrecuencia permite que las etiquetas de pantalla de cristal líquido reenvíen una señal al ordenador indicando la correcta recepción de la información, según explica Ignacio Cobo, director de organización de hipermercados de Carrefour y máximo responsable de la etiqueta electrónica.
Este nuevo sistema se ha implantado como experiencia piloto en el hipermercado de San Sebastián de los Reyes (Madrid) y a finales de 2004 estará instalado en otros tres centros más: Cabrera (Barcelona), Lugo y Mérida (Badajoz).
La tercera fase será su incorporación paulatina hasta los 125 híper que posee la cadena. Esto supondrá una inversión total de unos 37 millones de euros, ya que el monto por centro es de 300.000 euros.
Las etiquetas electrónicas, diseñadas por la empresa Eldat, abarcan ya a todos los productos del híper madrileño excepto el textil y el calzado que llega con etiquetado de origen. Esto supone unas 42.000 etiquetas.
España, pionera después de Francia
España ha sido el primer país, después de Francia, en el que Carrefour ha implantado la etiqueta electrónica. Tras las primeras pruebas realizadas a mediados del año pasado en algunos establecimientos franceses, se ha dado el pistoletazo de salida para que paulatinamente lo vayan incorporando otros países. 'Es una apuesta fuerte por la modernidad y la vanguardia tecnológica', asegura Ignacio Cobo.Los objetivos de este sistema es eliminar los posibles errores de precios en las cajas y evitar los cambios manuales de los mismos. Con ello, según Cobo, se mejora la productividad de los equipos humanos 'ya que aquellas personas que antes se encargaban de cambiar el etiquetado, ahora pueden dedicarse a mejorar el hipermercado y dar mejor servicio al cliente', señala el responsable de la etiqueta electrónica. Con todo ello se podrá reinvertir en precios el ahorro de costes, aunque no es éste el objetivo principal, sino 'mejorar la eficiencia y evitar errores'.