Detenidos siete ex directivos de Mitsubishi por ocultar defectos
Las malas noticias parecen no haber hecho sino empezar para Mitsubishi. La policía japonesa registró ayer instalaciones del fabricante japonés de automóviles Mitsubishi y detuvo a siete ex directivos de la compañía. La justicia sospecha que los ejecutivos están implicados en un delito de ocultación de defectos en vehículos de la marca. Estos fallos de fabricación se saldaron con más de 30 accidentes y la muerte de una persona, la de una madre de 29 años que viajaba con sus dos hijos y que pereció por el desprendimiento de la rueda delantera de un camión.
Entre los detenidos figuran antiguos directivos de Mitsubishi Motors y de Mitsubishi Fuso Truck & Bus. De hecho, entre los arrestados está el ex presidente del consejo de administración de esta última compañía, Takashi Usami (quien era vicepresidente de Mitsubishi Motors en el momento del accidente mortal), y el ex director gerente de Mitsubishi Motors, Akio Hanawa.
Esta operación policial pone aún más en entredicho la viabilidad de Mitsubishi, un histórico fabricante aquejado de una aguda crisis financiera y que recientemente ha sido abandonado por su principal accionista, Daimlerchrysler, que, además, ha retirado al equipo directivo. En respuesta a la renuncia del grupo germano-americano, las compañías del conglomerado nipón decidieron cerrar filas y tratar de curar al enfermo sin las inyecciones de capital extranjeras.
Los analistas locales encuestados por Reuters consideran que las detenciones de los siete ejecutivos tendrán un impacto muy fuerte en la compañía. Además, opinan que Mitsubishi Motors corre ahora el riesgo de que sus clientes habituales y socios empresariales corten los lazos que les unen, mientras ve cómo se alejan sus clientes potenciales.