Coca-Cola opta por un cambio tranquilo tras elegir a un nuevo líder
El consejo de Coca-Cola nombró anteayer a Neville Isdell presidente y consejero delegado de la empresa en sustitución de Douglas Daft. Isdell dijo ayer que aprueba la estrategia de Coca-Cola, algo que el consejo pareció no buscar en un principio al buscar al sustituto de Daft fuera de la casa.
La larga búsqueda del nuevo líder de Coca-Cola se cerró el martes al nombrar el consejo presidente y consejero delegado a Isdell quien en el pasado había sido descartado para este puesto en dos ocasiones. Irlandés, de 60 años, Isdell lideró en los ochenta y noventa la entrada de esta empresa en mercados de Oriente Medio, la ex Unión Soviética y el sureste asiático y abandonó la empresa para dirigir la mayor embotelladora de Coca Cola, puesto que dejó en 2001. Isdell, gran conocedor de la empresa, dijo en su presentación que no tiene ningún problema con la actual estrategia y señaló que quiere crecer en China e India.
El analista John Faucher de JP Morgan, aseguró ayer que con la elección de Isdell, el consejo manda la señal de que 'se busca más evolución que revolución', algo que no estaba en los planes cuando se dijo que se buscaría al sustituto de Daft fuera de las filas de Coca Cola.
De hecho, el puesto fue ofrecido a James Kilts, presidente de Gillete, Carlos Gutiérrez de Kellogg y el presidente de Mattel. Todos ellos lo rechazaron. En ese proceso de selección se apartó al sucesor natural de Daft, su segundo, Steve Heyer, considerado un outsider, al provenir de Time Warner. Ahora se especula con que Heyer deje la empresa.
El hecho de que Isdell quiera continuar la estrategia marcada ya ha sido bienvenido por muchos analistas que desconfiaban de la revolución que el consejo daba a entender que quería. Faucher aseguraba ayer que Coca Cola, como han mostrado los resultados del primer trimestre, es rentable y no necesita grandes cambios.
No obstante, no le faltan retos. Por ello Faucher señala que uno de las primeras tareas de Isdell es 'reconstruir la moral de Coca-Cola', una empresa que no ha querido dirigir mucha gente.
Las otras tareas vienen dadas por la competencia con Pepsi, que araña cuota de mercado en EE UU donde la venta está estancada, e impulsar el lento crecimiento de ventas en el mundo. Además tiene que hacer frente a varias investigaciones por sus prácticas contables y debe resolver los problemas de imagen con uno de los productos llamados a ser estrella, el agua embotellada Dasani.
Una nueva vuelta desde el retiro
Neville Isdell es uno de los empresarios que vuelve a dirigir una empresa después de retirarse. Un fenómeno que se empieza a hacer habitual en EE UU en compañías que han tenido problemas o carecen de una estrategia clara. Fue el caso de la vuelta de James Cantalupo, recién fallecido, a McDonald's y el de Harry Stonecipher a Boeing.De acuerdo con los estatutos, Isdell tiene cinco años al frente de Coca Cola antes de llegar a la edad de jubilación, por eso algunos analistas creen que en un futuro no muy lejano se va a tener que replantear la cuestión de la sucesión aunque a corto plazo se resuelve la incertidumbre y la inquietud creada en la empresa tras la repentina decisión de Douglas Daft de dejar su dirección.Isdell a quien se le ofreció el trabajo el lunes y fue presentado al día siguiente a cierre de mercado, tiene previsto tomar posesión de su puesto el mes que viene, adelantando así la fecha prevista de salida de Daft, que en principio anunció que iba a dejar la compañía a finales de año.