La convergencia que aún queda
La convergencia es rentable. Así sucedió con España, cuando inició el proceso para su ingreso en la Unión Europea, y así ha sucedido con los mercados de los 10 países que desde hoy forman parte de la Europa unida. Letonia, Lituania, Eslovenia, Hungría, Polonia, Malta, Chipre, República Checa, Eslovaquia y Estonia han vivido en los últimos años un proceso de reformas profundas, tanto políticas como económicas, encaminadas a permitir su ingreso en la Unión Europea en las mejores condiciones posibles. En ese periodo que se denomina de convergencia, las economías han experimentado un desarrollo sin precedentes, y con ellas sus mercados de valores han gozado de un lustro de bonanza sin igual.
Según los datos de la compañía de análisis de fondos Morningstar, los fondos que invierten en la Europa convergente han experimentado una ganancia media del 45% en los últimos cinco años. En este periodo se pueden encontrar revalorizaciones de hasta el 72%, caso del European Convergence Equity Fund de Aviva, o del 60%, como el European Convergence Fund de la gestora alemana WestAM.
Es sorprendente, asimismo, la evolución de estos fondos a lo largo de los últimos tres años, marcados por fuertes descensos en los mercados de valores de todo el mundo. La subida media de los fondos convergentes ha sido del 42%, la misma cifra que en los últimos 12 meses.
Los verdaderos beneficios de la convergencia vendrán no tanto del ingreso en la Unión Europea como de la entrada en la unión económica y monetaria
'La perspectiva de pertenencia a la Unión Europea ya ha beneficiado a estas economías emergentes, con la introducción por sus Gobiernos nacionales de reformas económicas y financieras dirigidas al logro de una democracia más efectiva y una mejor economía de mercado', sostienen los gestores del fondo de Europa emergente de Merrill Lynch Investment Managers. 'Esta evolución ya se ha reflejado parcialmente en las valoraciones, con una subida del 55% del índice MSCI Emerging Europe durante el periodo de 12 meses terminado el 31 de enero de 2004, por encima de la subida del 38,07% del índice MSCI World.
Esta evolución tan positiva fue vaticinada ya hace años por los gestores especializados en la región. Su argumento, entonces, residía en el ejemplo de otros países que ingresaron en la UE en el pasado y que en los años previos a su entrada experimentaron un fuerte desarrollo.
Confirmada la buena evolución de estas economías y de sus mercados, la pregunta ahora es si las perspectivas siguen siendo buenas para los países que ya han ingresado en la Unión Europea o si, por el contrario, cabe esperar una ralentización de ese crecimiento. 'La experiencia del pasado demuestra que algunos miembros actuales de la UE, por ejemplo Portugal, Irlanda y Grecia, se beneficiaron del aumento de la valoración después de su incorporación, especialmente cuando se aproximaba la fecha de acceso a la unión económica y monetaria (UEM)', apuntan en Merrill Lynch. 'En el caso de los países que se incorporan a la UE en mayo, está previsto que se unan a la UEM en el plazo de dos a cinco años'. Para Jury Ostrowsky, gestor de Pictet, las expectativas son inmejorables para los próximos siete u ocho años, 'por el tirón de la demanda interna, la entrada neta de capitales y la competitividad de los productos'.
Los expertos, por tanto, confían todavía en la evolución de los mercados de Europa del Este, a pesar de las fuertes subidas que ya han recogido. 'Incluso después de la fortaleza que han mostrado todos los mercados, pensamos que las perspectivas para el segundo trimestre siguen siendo positivas', apuntan los gestores de Société Générale Asset Management. 'Los mercados deberían verse apoyados por una mejora general del entorno macroeconómico y por el flujo de dinero hacia fondos que invierten en la región ante el próximo estadio de acceso a la Unión Europea'.
Los expertos de WestAM coinciden con estas opiniones: 'Los verdaderos beneficios de la convergencia vendrán con la unión monetaria y no sólo con la entrada en la Unión Europea. La gestión económica y fiscal será la que lidere la convergencia real y un mayor crecimiento, productividad y una mejora de calidad de vida'.