Gadafi planta su jaima en Bruselas

El coronel Muammar el Gadafi provoca expectación incluso en una capital tan acostumbrada a la presencia de dignatarios mundiales como Bruselas. El líder libio, en su primera visita a Europa desde hace 15 años, viaja hoy a la capital comunitaria para normalizar las relaciones con la UE.

Allí se reunirá con una importante representación de la Comisión, en la que estarán el presidente, Romano Prodi, y los españoles Loyola de Palacio, vicepresidenta, y Joaquín Almunia, comisario de Asuntos Económicos. Otro español, el secretario general de la UE, Javier Solana, también se verá con el presidente libio.

Los preparativos de este viaje han sorprendido a los más avezados. 'Es una visita bastante inusual', reconoce un portavoz de la Comisión. De entrada, el invitado trae su propio alojamiento, una lujosa tienda de campaña beduina que se instalará en los jardines de un palacio de las afueras de Bruselas.

Los encargados de protocolo también deberán lidiar con la claustrofobia del líder libio y su reticencia a montar en ascensor. El despacho de Prodi está en una séptima planta y la sala de prensa, en el sótano, lo que provocará un notable trajín del nutrido equipo de seguridad que escolta al coronel. Ambas partes, en cambio, parece que se han impuesto discreción en los regalos. El caballo que regaló hace unos meses Gadafi al entonces presidente del Gobierno español, José María Aznar, se quedará esta vez en cesto de frutas típicas del país magrebí.