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Europa de los 25

Negocio para las empresas alemanas; temor para sus plantillas

Las multinacionales germanas han comprado activos en el Este por valor de 30.000 millones de euros de 1995 a 2001

La ampliación de la UE al este es una oportunidad de oro para Alemania por sus estrechos lazos comerciales con esta región, pero supone también un importante reto para las empresas germanas, que deberán adaptarse a la competencia de los nuevos vecinos. Alemania es uno de los mayores inversores y el principal socio comercial de los países del este de Europa y supo aprovechar las ventajas de la región desde la caída del muro de Berlín.

Según datos del Instituto de la Economía Alemana (IW), la inversión directa germana en la región aumentó entre 1995 y 2001 en un 430%, hasta casi los 30.000 millones de euros, si bien la tendencia a tendido a frenarse en los últimos anos porque el proceso de privatizaciones en la zona casi ha finalizado. Las exportaciones alemanas a los países del este de Europa alcanzaron el pasado ano el 9,2% del total de las ventas de Alemania al exterior, casi tanto como hacia EE UU, y se han multiplicado por cinco desde 1992. Hoy, un cuarto de las importaciones de Polonia, Eslovaquia y Hungría y un tercio de las de la República Checa son made in Germany.

Con la ampliación de la UE, la seguridad jurídica para las empresas inversoras en la región aumentará. El gran temor en Alemania, sobre todo entre los trabajadores, es que cada vez más compañías decidan trasladar puestos a esta región para abaratar costes. Los costes laborales no salariales de un trabajador del sector del motor en Alemania ascienden a 28,5 euros por hora. En la República Checa, a sólo 4,20 euros.

Algunos grandes consorcios como Siemens o MAN ya han anunciado que trasladarán empleos al este si sus trabajadores no aceptan algunas condiciones, como prolongar la jornada laboral sin compensación económica. Argumentan que es la única forma de mantener la competitividad internacional y evitar despidos.

El fabricante de neumáticos Continental, que en la última década ha invertido ya unos 500 millones de euros en los nuevos miembros de la UE, se ha marcado el objetivo de trasladar en dos o tres anos un 60% de su producción a países con menores costes laborales, tanto en el este de Europa como en Asia.

Las cifras son claras: el automóvil Skoda Oktavia, del grupo Volkswagen y fabricado en la República Checa, se vende en el mercado alemán por 20.000 euros. Según cálculos de los expertos, si el vehículo se montara en Alemania, el precio subiría hasta los 25.000 euros y dejaría de ser competitivo. Igual sucede con el modelo Cayenne de Porsche, que sin los componentes que se fabrican en la planta de Volkswagen en Bratislava se encarecería en un 20%.

'La ampliación de la UE trae importantes ventajas para las empresas alemanas', dijo el economista jefe del Deutsche Bank, Norbert Walter. 'Si se observan las últimas cifras de facturación de Volkswagen puede apreciarse que la marca Skoda -cuya producción está concentrada principalmente en el este de Europa- ha salvado sus resultados', añadió.

Ferdinand Dudenhoeffer, profesor de la Universidad de Gelsenkirchen, opina que tras el 1 de mayo, no sólo las firmas grandes sino también los pequeños productores alemanes de componentes se animarán con más frecuencia a dar el salto al este. 'Para este área de negocio, el traslado al este de al menos una parte de la producción es una estrategia de supervivencia necesaria', añadió. Este proceso es contemplado con aprensión por los trabajadores alemanes que temen que el desempleo aumente y los salarios acaben bajando en Alemania.

Más ventajas que inconvenientes

Sin embargo, los expertos opinan que no habrá una fuga en masa de empresas y creen que los nuevos vecinos traerán muchas más ventajas que inconvenientes. 'Cuando España y Portugal se incorporaron a la UE también se temió una estampida empresarial hacia el sur, algo que nunca ocurrió', recordaba recientemente el diario alemán Financial Times Deutschland. 'Es bastante improbable que, quince anos después de la caída del muro, un enorme número de empresas decidan producir en el este. Las que quisieron irse, ya están allí'.

Por su parte, el presidente del Instituto Alemán para la Investigación Económica (DIW), Klaus Zimmermann, opina que la ampliación ayuda a la economía alemana 'porque aumentará las exportaciones a los países candidatos'. En la misma línea se pronunció el presidente de la Federación Alemana de Comercio Exterior, Anton Böner, que opina que la llegada de nuevos miembros a la UE supondrá un aumento del nivel de vida en los países del este y un incremento de la demanda de productos alemanes. 'Los europeos del este también quieren conducir un Mercedes o un BMW', afirma.

Costes laborales

Los costes laborales no admiten comparación. El salario mínimo en algunos países como Rumanía, apenas alcanza 66 euros mensuales mientras que en España superan los 400 euros. El coste medio por hora trabajada es de sólo 1,35 euros en Bulgaria, y se eleva a 8,9 euros en Eslovenia, el país con salarios más parecidos a la media comunitaria, y en donde ya se han afincado un buen número de empresas italianas, suizas y alemanas. El mayor PIB per cápita de todos ellos es el de Chipre, que sólo llega al 76% de la media de la UE (supera a Portugal y Grecia).

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