Hacia un nuevo pacto por el suelo

El PSOE anunció en su programa electoral un nuevo pacto de suelo con todas las Administraciones. Es algo que ya intentó el PP en 2003, pero que acabó en un sonoro fracaso.

La titular del recuperado Ministerio de la Vivienda, María Antonia Trujillo, ha confirmado que la política que llevó a cabo en Extremadura, dados los buenos resultados, será el modelo a exportar al resto del país. En Extremadura sí hay un pacto por el suelo. Por eso hay que prestar atención a que una de las medidas estrella del plan extremeño sea haber logrado el compromiso de todos los principales ayuntamientos de la región -con la sospechosa excepción de Badajoz- de ceder gratuitamente suelo para construir viviendas de protección oficial. El acuerdo es como suena: cesión gratuita. Y esto significa que los consistorios no reciben más contraprestación a cambio que la atención al interés general de sus ciudadanos. Eso es lo que se quiere trasladar, con todo el sentido, al conjunto del país. Se trata de un encomiable compromiso de los municipios que debe poner suficiente suelo en el mercado para atender las necesidades de los ciudadanos, especialmente de aquellos que crean nuevos hogares.

La fórmula no es novedosa. Ese sistema de cesión ya lo ejecuta, por ejemplo, el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), aunque su capacidad promotora sea escasa al lado de un consenso en todo el territorio nacional. Algunos expertos hablan de 'acto de fe' y otros advierten de que los consistorios, sobre todo los grandes, reclamarán más recursos como contrapartida. Lo cierto es que el Ministerio de la Vivienda puede mostrar el modelo y actuar, sin dilación, sobre los terrenos de titularidad estatal. No son pocos. La ministra y su equipo ya se han impuesto la tarea de inventariar todas esas propiedades. Un empeño muchas veces aplazado, al que sólo cabe desear la mejor de las suertes.